CRISIS AFECTARON CRECIMIENTO ECÓNOMICO DE LA ENTIDAD

Tijuana BC 16 de febrero de 2015 (GT).-En el año 2014 Baja California resintió una grave crisis económica como resultado de presiones previstas -aumento del IVA—, e impulsos momentáneos imprevistos e incontrolables –caída de los precios de la gasolina y variaciones del tipo de cambio–, que afectaron objetivos y metas del gobierno estatal como es la estabilidad de precios, el crecimiento económico, la competitividad transfronteriza y la equidad distributiva.

Inestabilidad de precios en la Entidad

A pesar de que al cierre del 2014, la inflación general anual medida por el índice de nacional precios al consumidor (INPC) fue de 4.08% a nivel nacional y de tan sólo 3.2% en la región de la frontera norte, este balance encubre el hecho de que los precios de los bienes que mayor peso tienen en el gasto de la población de menores ingresos, crecieron más en el norte en comparación con otras zonas geográficas del país.

Al comparar el comportamiento de los ocho componentes de gasto del INPC -alimentos, ropa, vivienda, muebles, salud, transporte, educación y otros servicios-, entre las seis regiones geográficas en las que se puede diferenciar este indicador (frontera norte, noroeste, noreste, centro norte, centro sur), podemos hacer 3 observaciones:

a) La inflación anual de la región frontera norte al finalizar el año fue “aplanada” por la repentina caída de los precios de la gasolina en esta zona en el último trimestre del año. El rubro de transporte cayó en -3.3%, debido al efecto de la homologación de los precios de la gasolina en la frontera internacional.[1]

b) Así, al aislar el efecto de la homologación de las gasolinas, se observa que la inflación general sin considerar el rubro de transporte alcanza el 4.50% en la frontera norte, en tanto que en el país en su conjunto fue de 3.9 %.

c) Lo más preocupantes es que entre los componentes de gasto, los precios de los alimentos fueron los que más se elevaron, sobre todo en la región de la frontera norte donde se observa un crecimiento inflacionario de 7.05% mientras que en el país fue de 6.5 %.

Como se había previsto, aun cuando los alimentos se encuentran exentos del IVA, la homologación de este impuesto repercutió al alza en sus precios en forma indirecta a través de las cadenas de formación de valor (producción, acopio y distribución).

En Baja California, las ciudades de Tijuana y Mexicali cerraron en forma respectiva con una inflación general anual al 2014, de 3.3 y 2.9 por ciento en forma respectiva, pudiendo considerarse comparativamente bajas. Sin embargo, en estas ciudades la reducción en los precios del transporte fue de -2.6 por ciento en la primera ciudad y de -4.6 puntos en Mexicali. Explicando tal hecho, la baja inflación en el estado al cierre del año.

Contrario a lo que preveía el gobierno federal, los precios de los alimentos se dispararon considerablemente en Baja California. En Mexicali en 7.09 por ciento y en Tijuana en 8.21 puntos porcentuales, ubicándose tal inflación por encima de la alcanzada por el país: 6.5 por ciento. Con relación a los últimos diez años, solamente en 2003 y 2008 se encareció en tal magnitud la canasta alimentaria en Tijuana.

Decrecimiento Económico en la Entidad

De acuerdo al indicador trimestral de la actividad económica estatal (ITAEE) que es un indicador preliminar de la dirección del Producto Interno Bruto de Baja California, el crecimiento de la actividad económica durante el primer trimestre del 2013 y los tres primeros del 2014 fue negativo. Esto es, la economía de Baja California se encuentra claramente en recesión.

Otras entidades del norte que han resentido una caída seriada de su actividad económica durante el segundo y tercer trimestre del 2014, han sido Sonora y Baja California Sur. El posicionamiento competitivo de estas entidades ha declinado, lo mismo que el de Baja California que al tercer trimestre del año pasado se ubicaba como la tercera entidad con el menor crecimiento en el país.

Pérdida de Competitividad Transfronteriza

De acuerdo al indicador del gasto promedio de excursionistas y turistas fronterizos en el exterior que proporciona Banxico, así como de la evolución de los cruces fronterizos que registra por puerto de entrada el Departamento de Transportes de Estados Unidos, podemos concluir que durante el 2014 aconteció un crecimiento considerable de fuga de consumidores, causada principalmente por un encarecimiento relativo de los bienes y servicios que se ofertan en las localidades de la frontera norte del país.

Por un lado, el gasto acumulado de los fronterizos en el exterior se elevó 3.70 por ciento entre enero y agosto del 2013 y 2014, elevándose además el gasto promedio por visitante de 39.67 a 41.29 dólares.

Se estima que solamente por las ciudades fronterizas de Baja California, se fugan de manera directa poco más de mil millones de dólares al año, que al considerar el impacto indirecto y las visitas internacionales mediante vía aérea, este monto se eleva a 2 mil millones. Durante los primeros dos cuatrimestres del 2014, se incrementó en 5.5 por ciento el número de cruces fronterizos hacia Estados Unidos con respecto al mismo periodo del año anterior. Esto representa 6 millones de cruces más, de los cuales aproximadamente 2 millones fueron aportados por Baja California.

El aumento neto en la fuga de consumidores del mercado bajacaliforniano se debe a dos tendencias contrapuestas. Por un lado, el aumento del IVA que ha fomentado la salida de consumidores. Por otro, la devaluación del peso frente al dólar que tiene un efecto inmediato al contener el gasto fronterizo en el exterior, y la menor capacidad de gasto de la población de menores ingresos debido al encarecimiento de los alimentos.

Equidad distributiva y comentarios finales

El prolongado periodo recesivo de la economía de Baja California durante el 2014, ha impactado sobre todo a los estratos de menores ingresos mediante dos vías: por un lado, el encarecimiento de la canasta alimentaria ha reducido el ingreso disponible de las familias de menores recursos para sortear gastos relativos a vivienda, educación y salud principalmente. Por otra parte, los estratos de menores ingresos tienen menores posibilidades de discriminar entre los mercados internacionales transfronterizos, obligándose a adquirir productos locales comparativamente más caros.

Además, el sector asalariado no observa una recuperación clara de su poder adquisitivo. Por el contrario, mientras que la canasta alimentaria se ha encarecido en un 8 por ciento, el salario no se ha elevado en más de 3.5 por ciento.

Finalmente, aunque la capacidad de generación de empleos de la entidad sigue siendo positiva, es insuficiente para abatir de manera considerable la tasa estatal de desempleo que sigue ubicándose por encima del promedio nacional (4.7% contra 3.8% en diciembre del 2014). La economía estatal debería ser capaz de generar al menos 80 mil empleos por año para alcanzar tasas de desempleo por debajo del promedio nacional, que no deberían alcanzar más de 3.5 por ciento. Una meta muy alejada aún, de la que se ha planteado el gobierno estatal: 55 mil empleos.

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