Ciudad de México 18 de noviembre de 2015 (GT).- En lo que pudo ser una velada inolvidable para su público, Luis Miguel regaló una noche de decepción, cuando la noche de este miércoles presentó el primero de cuatro conciertos que ofrecerá este fin de semana en el Auditorio Nacional, como parte de su Deja Vu Tour, pero que fue cancelado por él a menos de 20 minutos de haber iniciado.
Primero con palmas y después con chiflidos, el público comenzó a pedir que su ídolo apareciera en escena, ya que el reloj marcaba un retraso de casi 50 minutos. La presión surtió efecto cuando las luces se apagaron, un telón cayó y las primeras notas de canciones como No sé tú, La incondicional, Suave y finalmente Qué nivel de mujer, se dejaron escuchar, momento en que Luis Miguel salió a escena ataviado con un elegante traje negro, perfectamente peinado con el cabello hacia atrás y si bien su figura ya no es espigada, luciendo en buena forma, aunque curiosamente las pantallas laterales del lugar proyectaron siempre imágenes al centro sin llenar la totalidad de la superficie, lo que daba la ilusión de alargamiento.
En automático el público se puso de pie para aplaudir al intérprete y gritar a cada movimiento que éste hacía. Once músicos y una corista lo acompañaron en los temas Tú sólo tú, Dame, Suave, y Sol, arena y mar. La gente corrió hasta el escenario cuando vieron que Luis Miguel se acercó a la orilla del escenario para estrechar algunas manos, para luego regresar a su interpretación de La última noche y Amor, amor, las cuales invitó al público a cantar con él al grito de ¡vamos México! Teléfonos y tabletas eran sostenidas en alto, para registrar cada momento y gesto del Sol.