Tijuana BC 16 de abril del 2015 (GT).- Un viaje histórico y gastronómico por las Cocinas del Camino Real de Tierra Adentro fue guiado por la maestra Marcela Acosta, en el Vestíbulo de El Cubo en el Centro Cultural Tijuana, donde el pasado miércoles el público tuvo un acercamiento con la tradición culinaria de los pueblos originarios de México, especialmente de la región de San Luis Potosí.
“El trabajo de la maestra es importante porque da seguimiento a las declaratorias que otorga la UNESCO en ámbitos como la música, indumentaria o la gastronomía, se deben elaborar expedientes que demuestren que estas tradiciones están vivas y ella colabora con estos testimonios”, dijo Irais Piñón, Coordinadora de Pueblos y Culturas Indígenas del CECUT.
La región minera del Camino Real Misionero de Tierra Adentro se convirtió en Patrimonio Mundial por una declaratoria de la UNESCO en 2010, y la abundancia de su gastronomía, el proceso migratorio y sincrético, la vigencia y riqueza de sus platillos fue motivo de esta charla, fruto de una investigación de casi tres años realizada por Acosta.
“Veremos un panorama general de las cocinas de los pueblos indígenas cercanos al Camino Real de Tierra Adentro, fundado a raíz de los descubrimientos mineros que hubo en el siglo XVI, esto generó un mestizaje culinario que ejerció una influencia presente hasta nuestro días”, dijo Acosta.
Ingredientes, condimentos, procesos de cocción y el vínculo entre españoles e indígenas que unieron sus historias alimenticias para subsistir y que acabaron conformando la actual forma de comer de esa singular región, asomaban en la investigación presentada por Acosta con una meticulosidad didáctica y entretenida.
El pozole y el mezcal, tamales y adobos, chivos, gallinas, flores, chiles y cactáceas, se mezclaron con tradiciones de bodas y nacimientos, con historias de guerreros rebeldes aliados al conquistador para evocar el origen de un mestizaje gastronómico que hoy en día asombra al mundo, por lo complejo y apetitoso de su recetas.
Para completar la charla se ofreció una degustación del famoso Asado de boda, un delicado platillo elaborado con chiles secos y carne de puerco, acompañado de queso de tuna como postre, ambos elaborados por alumnos de la Culinary Art School.
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