Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 8 de enero de 2016 (GT).- La política, no es de simple persistencia, ni tampoco una cuestión de suerte.
De ser así, cualquiera podría llegar a obtener una candidatura a cargo de elección popular, simplemente tocando tantas puertas como sea posible.
Dicho en otras palabras, persistir, persistir, persistir, hasta que los facultados para tomar decisiones, se cansen, aburran o no tengan opción alguna más que acceder a la petición planteada.
En caso de que fuese cuestión de suerte, podría parecer que comprando boleto de la lotería, constantemente, llegará el momento en que se saque el premio mayor.
Pero no es, ni una cosa, ni la otra.
Así mismo, se equivocan aquellos que suponen que el sistema de “destapes”, consiste en que, un día cualquiera, uno de los aspirantes, recibe varias manifestaciones de apoyo.
Los representantes de varias organizaciones o membretes, acuden a algún medio de comunicación, compra un espacio determinado y solicita la publicación de un texto, en el que asevera que cierto personaje es el odóneo para ser candidato a un cargo público.
Creen que eso servirá de presión, para que los dirigentes partidistas, se vean obigados a reconocer públicamente, que efectivamente, es es el “elegido de los dioses”.
Así parece que son estas cosas de los “destapes”. Pero no es tan sencillo.
Los “destapes”, deben reunir ciertas características.
Para empezar, no cualquiera tiene la facultad de “destapador”. En el sistema priísta, solo le compete al representante máximo de uno de los sectores.
Cualesquier otro, es un simple simpatizante. Su pronunciamiento, carece de fuerza, impacto o peso.
Pero el “destapador”, no es tal, por capricho, deseo o compromiso personal.
El “destapador”, devela la capucha del supuesto “tapado”, porque recibe instrucciones para ello.
Es una especie de protocolo. Se confirma de boca en boca y la instrucción corre “como reguero de pólvora”.
Esto ocurre en cualquier momento. Hay que saber esperar.
El martes 15 de diciembre, en el periódico “El Sol de Tijuna”, se publicaron 6 desplegados o manifiestos a favor de David Saúl Guakil, para que sea postulado como candidato del PRI a la alcaldía de Tijuana.
Tres de ellos, fueron de organizaciones cetemistas : Sindicato Industrial de Trabajadores de Autotransportes, Similares y Conexos “Liga de Choferes”, CTM, “Roberto Luevano Aguayo; Sindicato de Choferes y Permisionarios del Transporte Público del Estado de Baja California, CTM y Sindicato de Trabajadores de la Industria Hotelera, Gastronómico y Hoteleros, de la República Mexicana. Comité Regional.
Tres más de organizaciones diversas. Una de ellas, el Consejo Directivo Tijuana, de la Asociación de Micro, Pequeñas Empresas de México, A.C., que supuestamente no tiene nada que ver con cuestiones partidistas.
Dos asociaciones civiles más, también, supuestamente, ajenas a cuestiones políticas : La Asociación Mixtecos de Valle Verde, A.C. y Comité Coordinador de Centros de Rehabilitación y Reintegración de Adicciones, A.C. Seguramente estaban tratando de cubrir algún favor recibido de parte de Guakil, al frente de la delegación de la Secretraría de Economía.
Hechas las publicaciones, no pasó nada. El columnista observó que se trataba de una “salida en falso”.
El martes 5 de enero del año en curso, ahoras en el periódico “El Mexicano”, fueron publicados 31 despegados o manifestos, de un cuarto de plana, cada uno, también en apoyo a Guakil.
Son muchos los membretes, disculpen, las denominaciones de las organizaciones, para transcribirlos, lo cierto es que nuevamente, aunque mayor, también fue otra “salida en falso”. O sea, no valió como “destape”.
Ninguno de estos nuevos “destapadores” estaban avalados por la dirigencias priísta, para hacer el “destape”. Por lo tanto tampoco valió.
Pero surge la interrogante : ¿Cómo le hicieron para ponerse de acuerdo? ¿Cómo le hicieron para acudir un día determinado, al mismo medio de comunicación y contratar espacio, para publicar manifiestos en el mismo sentido?
Curiosamente Guakil es el que aparece mejor posicionado en los resultados de algunas encuestas que se han dado a conocer. Cualquiera diría que es el que menos se debe preocupar por su futuro político.
Pero las “salidas en falso”, evidencian q ue no está tan seguro de ser candidato, como muchos supondrían. Que los supuestos apoyos, son falsos, fingidos, simulados, pago de favores recibidos.
¿Qué dirán, los “destapadores” de Guakil, si el elegido para Tijuana, es otro?
Quizás simplemente digan que estaban probando suerte. Que a lo mejor le atinaban. Lástima, ni el costo de las publicaciones.