Ensenada BC 15 de mayo de 2015 (GT).- Causada por trastornos relacionados con las vértebras lumbares y las estructuras de los tejidos blandos como músculos, ligamentos, nervios y discos intervertebrales, la lumbalgia es un dolor en la espalda baja -zona lumbar- ocasionado por múltiples factores.
El doctor Mauricio Antonio Espíndola traumatólogo del Hospital General de Zona (HGZ) IV número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Ensenada, explicó que se origina por causas y formas distintas, aunque las más comunes son el sobre esfuerzo físico y las malas posturas.
Señaló que aunque se trata de un padecimiento muy común entre la población; sus síntomas y gravedad son muy variables, ya que una simple distensión muscular lumbar puede ser tan intensa que requiere una visita al especialista, mientras que una degeneración discal podría no causar más que molestias leves.
El dolor referido tiende a ser profundo, molesto, constante y relativamente generalizado. De manera característica el movimiento no lo afecta, pero sí empeora durante la noche. Se puede originar en otras partes del cuerpo como los riñones, vejiga, útero o la próstata.
Existen dos tipos de lumbalgia: la específica que es aquella en la que se llega a conocer la causa, lo que sucede únicamente en 20 por ciento de los casos como artritis degenerativa, osteoporosis y hernia o disco roto o herniado; la inespecífica que constituye 80 restante y no permite la identificación certera. Los factores que con mayor frecuencia desencadenan esta afección van desde levantar carga pesada, adoptar posturas incorrectas, vibraciones, un bajo nivel de satisfacción laboral, factores psicológicos y el estrés.
El tratamiento dijo, tiene como objetivo conseguir que el paciente tenga una actividad física normal, los programas de ejercicios y las terapias de conducta han demostrado su utilidad. Sin embargo, la fisioterapia (calor o frío, corsé, láser, ultrasonidos) sólo se recomienda en pacientes específicos. En determinados casos debe valorarse la posibilidad de derivar al paciente a unidades del dolor para seguir tratamientos a largo plazo.
Por ello, recomendó que para sobrellevar y calmar el dolor se realice r ejercicio aeróbico, de estiramiento y fortalecimiento de determinados músculos de forma regular; evitar estar de pie o sentado durante períodos prolongados, mantener buena postura y dormir en una posición cómoda sobre un colchón firme. Es muy importante, concluyó, aprender a levantar los objetos correctamente.