Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 3 de septiembre de 2015 (GT).- Cuando los políticos andan en campaña, lo menos que tratan de hacer, es establecer que son mejores que los del partido de enfrente. Los panistas llevan más de 25 años en el poder y cada día que pasa, están peores.
Recientemente trascendió, que en Tijuana, en el penal de La Mesa, mantuvieron recluída a una persona, que un juez penal ordenó su liberación, desde 2 años, 11 meses y 18 días, antes. Un simple olvido, han de decir.
Pues ahora se registra otro hecho aberrante. En Ensenada, en el Hospital General, una mujer da a luz a una niña. Nació prematura y no logró sobrevivir. Por las circunstancias del caso, el cuerpecito se remitió al servicio médico forense, para verificar las causas de la muerte.
El caso es que en el Semefo se les extravió el cadáver de la recién nacida. Se tienen los antecedentes, como tamaño y peso, pero el cuerpo no lo encuentran. Dicen que revisaron lo mismo contenedores de basura, como cajones de archiveros. Alguien pudo haberlo confundido con simple desecho humano o procedió a “archivarlo”. Parece ser que al final de cuentas, se les “traspapeló”, pues no lo encuentran.
Casos como estos, totalmente aberrantes, demuestran que quienes laboran en la administración pública, están dedicados a todo, menos a cumplir con su trabajo. Lo suyo, lo suyo, es la politiquería.
Los funcionarios estatales, desde la Oficial Mayor, Loreto Quintero, hasta los titulares de todas las dependencias estatales, lo han presumido, sin rubor alguno, que han estado metidos en asuntos de partido, el proceso electoral 2015, primero, y la renovación de dirigente nacional, recientemente. Para ellos, el trabajo institucional, pasa a segundo término.
Y esto es delicado, porque no ponen atención en los asuntos de su incumbencia. El dejar olvidado a una persona en la Penitenciaria Estatal, o el extraviar el cadáver de una recién nacida en el Semefo, no es cualquier cosa.
Cualquiera podría pensar que tales dependencia de gobierno, funcionan con eficacia, más ambos casos, demuestran todo lo contrario. Pero, ni modo, si el Jefe del Ejecutivo Estatal, el Goernador panista, Kiko Vega, se la pasa viajando, y sus colaboradores cercanos andan metidos en asuntos de partido, peores cosas pueden ocurrir.
Desgraciadamente, nadie dice nada. Ni los representantes o dirigentes de los organismos sociales o empresariales. Ni los legisladores de todos los partidos políticos, que integran el Congreso Estatal. Les han de parecer cosas sin importancia.
Del asunto de la peni, no se ha vuelto a saber nada. No se ha dicho si se identificó al responsable de haber omitido poner en libertad a la persona que el juez ordenó liberar. Ni mucho menos que haya sido sancionada. En especial a alguno de los directivos del centro de reclusión.
Quizás, como suele ocurrir, dejan que transcurra el tiempo, para que el asunto se enfrie y ya nadie diga nada. Tampoco hubo alguien que anunciara, que se revisaría toda la documentación del penal, para verificar que no hubiese otros casos similares.
Con tal desorganización, a la mejor ya liberaron a alguien, que debería estar recluido. Todo puede ocurrir.
En el caso del Servicio Médico Forense, podría parecer sin mayor importancia, pues era una personita sin vida, pero cuyos padres tenían el derecho de recibir, para su inhumación. Ahora resulta que no solamente sufren por su fallecimiento, sino por la desaparición del cadáver.
Lamentablemente, en México, este tipo de “incidentes”, no siempre se dan por mero descuido, sino debido a actividades mercantilistas de individuos sin escrúpulos, que comercian con todo tipo de órganos.
Ahí tienen el reciente hallazgo, aberrante y condenable, del tráfico de menores, por funcionarios del DIF, en el Estado de Sonora. Nadie puede garantizar que en Baja California no ocurran hechos semejantes,
Lo menos que se puede decir, es que los jefes, andan más preocupados por cumplir con sus cuotas o comisiones partidistas, que vigilar que sus subordinados cumplan con sus responsabilidades, eficientemente. Estando bien con el partido, que los demás digan misa.
Además, si quien los comisionó fue el propio Gobernador, ¿de que les preocupa, si incurren en algún “errorcillo” o falta? Y aún hay quienes defienden a tales barbajanes e irresponsables, tan solo bajo el argumento de que son menos peores que los priístas.
Pronto, en ambos casos citados, se les dará carpetazo, o sea declararán como casos total y definitivamente concluidos y cerrados, sin detenido alguno. Total, han de decir, que el hombre que permaneció casi tres años tras las rejas, siguió ahí, porque se quedó dormido cuando le hablaron para que saliera en libertad. Y que ahora debe una suma millonaria, por concepto de “hospedaje y alimentación”, de tal forma que a la mejor encuentran pretextos, para volverlo a encerrar. Que mejor, ni le busque.
Por políticos “chafas” como estos, Baja California está como está. Y todavía presumen de carismáticos.