Por Lic. Wilfrido Ruiz Sainz
Tijuana BC 3 de septiembre de 2015 (GT).- La verdadera transformación que requiere el país depende enormemente de la participación ciudadana, aquella que no tiene filiación partidista, que se encuentra en estado libre, ajeno a la contaminación corrosiva de los partidos políticos. Para impulsar el mejoramiento de la condición social y económica de los mexicanos, es necesario que se involucren un mayor número de ciudadanos independientes. Estoy convencido que ética y la transparencia, así como la vocación de servicio, que caracterizan a la ciudadanía independiente, puede ser el gran detonador y la enorme oferta política que está esperando la Nación.
Para tu conocimiento, amable lector, recientemente se nos informó públicamente, que de 2012 al 2014, aumentó el número de pobres nuevos en 2’000,000, que sumados e incorporados al sector menesteroso, suman 55’000,000 de indigentes, esto es, escandalosa y lamentablemente representan el 45% de la población total de México. Una cifra aberrante, que lastima el sentimiento nacional. Me parece, que por ningún motivo y circunstancia, podemos aceptar el rezago histórico que arrastra miseria, pobreza y que ciertamente constituye una vergüenza para México. Somos aproximadamente 120’000,000 de habitantes y que en comparación con la población en tiempos del General Porfirio Díaz Mori, lamento informar, que hay más pobreza hoy. Este personaje, que será materia de un comentario futuro, ha sido relejado, olvidado y maltratado, a pesar de que fue el responsable de una estabilidad duradera y un progreso inaudito, que le permitió a México salir de una época, bronca y salvaje, que duró 56 años, de 1821-1877. Sin duda, el General impulsó el desarrollo de México de manera visionaria y patriótica con su lema “Orden y Progreso”. Sin duda, Don Porfirio propulsó a México para que saliera de un período incivilizado, obscuro y primitivo.
Los comentarios expresados con anterioridad, constituyen el preámbulo para referirnos al tema central de la presente columna, esto es: ¿Quién puede contribuir para participar en el proceso transformador de México ? La respuesta son los ciudadanos independientes, aquellos que aspiren a participar en la cosa pública, aquellos que se encuentren debidamente calificados y que estén dispuestos abandonar sus quehaceres cotidianos para rescatar y redimir a México. Se necesitan ciudadanos valientes, que asuman su responsabilidad, que abracen las causas justas para lograr el bien común. ¿Cuáles serían las razones para votar por un ciudadano independiente?
(1) La diferencia básica entre un político profesional y un ciudadano independiente, es que el primero vive del presupuesto y ve a la política como un negocio. (2) El político profesional se debe y se rinde ante su partido, esto es, defiende y promueve primeramente los intereses de su partido. (3) Por su parte, el ciudadano independiente, no se enchufa permanentemente al presupuesto y ve a la política como una ocasión para servir. (4) El ciudadano independiente, en primer término defiende y promueve los intereses de la ciudadanía. (5) El político profesional se somete a los caprichos de su partido. (6) El ciudadano independiente, se inclina y se somete exclusivamente para la representar la voluntad de los ciudadanos. (7) En el vocabulario del ciudadano independiente, no existe la palabra sometimiento ni rendición ante una presión partidista. (8) El ciudadano independiente no tiene más amo, que el pueblo y cómo sirviente del pueblo, es difícil que lo traicione. Vox Dei. Vox populi.