La rebelión azul II

Por : Gilberto LAVENANT

Tijuana BC 15 de julio de 2015 (GT).- El pasado mércoles 24 de junio, o sea hace 21 días, precisamente bajo el título “La rebelión azul”, el columnista daba cuenta de la rebelión que se desató al interior del PAN, en la lucha por lograr la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional de dicho partido.

Aunque Gustavo Madero, actal dirigente nacional y a quien responsabilizan por las condiciones deplorables en que se encuentra el blanquiazul, ya lanzó a la contienda interna a Ricardo Anaya Cortés, a quien identifican como “el candidato oficial”, los rebeldes panistas, están brotando por doquier.

El primero en lanzarse por la dirigencia nacional, fue el Senador Javier Corral Jurado, mediante un video que hizo circular por las redes sociales y en el que dió a conocer sus intenciones de ser el futuro dirigente nacional del PAN, y puso “como lazo de cochino” a Gustavo Madero, además de convocar a los panistas del país a una rebelión, para rescatar al partido blanquiazul.

Entonces, Corral se refirió al candidato de Madero, a Anaya, aunque sin mencionar su nombre y que subrayó que pretende imponer “el consorcio que detenta en el poder en el partido” y que llamó “presumiblemente de unidad”, señaló que quien se oponga a esto, no pretende dividir al blanquiazul, aseverando que al PAN nunca lo ha debilitado la competencia interna. “Lo ha debilitado –dijo- la corrupción, el compadrazgo, la ineptitud. La onda grupera”.

Esta semana, se sumó a esta rebelión azul, Francisco Barrio Terrazas, quien fuese gobernador de Chihuahua, no solamente para dar su respaldo a la candidatura del Senador Javier Corral, sino además para describir las condiciones desastrosas en que se encuentra el partido en que militan. Prácticamente lo pinta igual o peor que el PRI.

De entrada, en base a los resultados electorales de los comicios del pasado 7 de Junio, los más `pobres en los últimos 25 años, según dijo, sentenció : “los ciudadanos, nos han dado la espalda, como partido”.

Advirtió que el PAN, se ha alejado de la sociedad. “Se ha distanciado del pueblo. Y, dolorosamente, hay que decirlo, ha perdido la confianza y el apoyo, que los ciudadanos le brindaban, no hace mucho tiempo”.

Barrio lanza la interrogante : ¿por qué nos ha ocurrido esto? Y de inmediato él mismo responde : “La respuesta, a mí me parece bien sencilla: es porque nos hemos olvidado y apartado de nuestros principios y valores. Dejamos de luchar por el bien común. Para favorecer intereses de personas, o de grupos”.

A esto agrega : “Abandonamos nuestro compromiso con la ética. Y nos volvimos manga ancha con la corrupción, la simulación y el fraude. Del respeto a la dignidad de la persona humana, pasamos a la manipulación humana y el control autoritario”.

Así mismo, afirma que “Mientras en las primeras administraciones panistas, tanto municipales como estatales, se le respetaba a la gente, su derecho y su libertad de pensar y decidir por sí misma, y se les dejaba que con absoluta independencia, decidieran sus preferencias políticas y de voto, en muchos de los gobiernos que han venido después, la práctica común, ha sido que a la gente se le presiona, e incluso se le amenaza, si no apoya al candidato del gobernador o del alcalde”. Alguien podría decir que cualesquier parecido con lo que ocurre en Baja California, es mera coincidencia.

Cuenta, que “años atrás, ni dábamos línea, ni tratábamos de imponer propuesta alguna. Mucho menos, de coartar una participación responsable y libre, de la gente”.

Dice que : “hay quienes siguen pensando, que esa es la única forma de hacer una política que gane elecciones. Presionando, amenazando, intimidando”, pero observa que “los hechos, los hechos se han encargado de demostrar, lo equivocadas que están esas tésis” y aseveró que en lo personal, sostiene todo lo contrario.

Resaltó : “Que si deseamos volver a contar con la simpatía, la confianza y el apoyo de la gente, parece muy obvio, que lo que tenemos que hacer, es volver a nuestras raíces. Volver a los ideales y a los principios, que inspiraron a varias generaciones de panistas a dar una decidida y resuelta batalla, a favor de la libertad y el bien común. Y a millones y millones de mexicanos, a depositar su confianza en el PAN”.

Si lo dice un panista, defiitivamente tiene que ser cierto, que el PAN está echado a perder. Que efectivamente, como dice Barrio, dejaron de luchar por el bien común, para favorecer intereses de personas, o de grupos. Y se volvieron manga ancha con la corrupción, la simulación y el fraude. Del respeto a la dignidad de la persona humana, pasaron a la manipulación humana y el control autoritario.

Con cierta nostalgia, recuerda que durante muchos años, los panistas de todo el país, “le gritábamos a los gobiernos priístas : corruptos, represores y autoritarios.¡Somos libres! ¡No acarreados!” y calla, para no decir que ahora no les gritan, en tales términos, por temor a morderse la lengua.

Los viejos panistas, añoran aquellos tiempos, cuando solamente eran oposición y lamentan la degradación que han sufrido, como partido, a partir de que empezaron a saborerar las mieles del poder, se contaminaron de corrupción, y asimilaron las viejas prácticas priístas, que tanto detestaban.

Por eso, hay quienes ya no alcanzan a hacer diferencias entre PRI y PAN, y simplemente los identifican como “PRIAN”. Los distinguen por un color azul-rojo, con un tono corrupto, que despide un olor nauseabundo. Lo dicen los propios panistas. Que conste.

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