Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 18 de septiembre de 2015 (GT).- Constantemente, los observadores políticos, y la ciudadanía en general, señalan la pobre producción legislativa en México. En especial la del Congreso Federal, integrada por dos Cámaras, la del Senado, con 128 Senadores, y la llamada Cámara baja, con 500 diputados federales.
Lo que pocos observan, es que en gran parte, esa pobre producción de leyes, reformas o adecuaciones a las mismas, se debe principalmente a la voluntad del Presidente de la República en turno, quien, de acuerdo a sus intereses personales, avala o frena las propuestas de iniciativas de ley.
Dicen, que todas aquellas, que no llevan el “Vo.Bo.” o aval presidencial, van a parar a la “congeladora legislativa”. Nadie lo ha explicado, pero ha de ser una enorme bodega, con una excelente refrigeración, para conservar ahí, durante el tiempo que sea necesario, proyectos de ley que ya estarían vigentes y que quizás hubiesen ayudado a mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.
En estos momentos en que la economía de Baja California, afronta difíciles condiciones, sobre todo por las medidas centralistas, aplicadas a “rajatabla” y sin derecho a reclamo alguno, y que, los bajacalifornianos sueñan con el retorno del Régimen de Zona Libre, como “tabla de salvación”, el columnista se permite recordar un proyecto de ley, para crear zonas económicas estratégicas.
Fue propuesta por Fernando Castro Trenti, siendo Senador, publicada en el No. 247 de la Gaceta Legislativa, de fecha martes 11 de Abril del 2011, que proponía la creación de la Ley de Zonas Económicas Estratégicas, con la que se daría respuesta al reclamo constante de comunidades como la de Baja California, que añoran la Zona Libre, desplazada por el Tratado de Libre Comercio.
Formalmente hablando, la iniciativa fue turnada a las Comisiones unidas de Comercio y Fomento Industrial y de Estudios Legislativos, Segunda, para su análisis, discusión y dictamen correspondiente y, en su caso, someterla al pleno para su votación y aprobación. Lo cierto es que, todos lo sabían perfectamente, fue remitida a la “congeladora legislativa”. Aún era Presidente de México, el panista Felipe Calderón. Y ahí sigue, congelada, como un hielo.
A propósito de Calderón, ante la insistencia de los empresarios de Baja California, a mediados del 2011, declaró que los bajacalifornianos tendrían Zona Económica Estratégica. Castro Trenti lo refutó, diciendo que no tenía voluntad para hacerlo.
Esto molestó al entonces Gobernador, José Guadalupe Osuna Millán, señalando que Castro Trenti basaba sus afirmaciones, en entrevista que tuvo con dos subsecretarios, pero que él, Osuna Millán, “hablé con los jefes de ellos, o sea los Secretarios y el Presidente Calderón”.
Lo cierto es que en noviembre de 2012, concluyó la gestión de Calderón en la Presidencia de la República y nunca cumplió a los empresarios bajacalifornianos la anhelada Zona Económica Estratégica, que aún siguen esperando.
Lo más que hizo, fue emitir un decreto de Competitividad y reducción arancelaria de la zona económica fronteriza, que eliminaba 200 fracciones arancelarias, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 23 de Enero del 2012.
De dichas fracciones arancelarias, 113 eran aplicables para todo el país y solamente 87 para la zona fronteriza que abarca Baja California, Baja California Sur y municipios de Sonora que colindan con Estados Unidos.
La disposición calderonista, excluyó de pago de impuestos, a 113 productos, tales como salmón, whisky, caviar, pantallas de televisión, artículos de pluma, cepillos dentales y motocicletas.
Bueno, también hubo otras 87 fracciones arancelarias, previstas en el Impuesto General de Importación para la Región Fronteriza y la Franja Fronteriza Norte, que pagaban gravamen de 5% y que quedaban desgravados, pero tan solo hasta el 31 de diciembre de 2013.
En estos se incluían, productos tales como tapetes, fajas, cobertores estampados, palos de golf, escobas y escobillas, botones de presión, térmos y recipientes isotérmicos. Los bajacalifornianos quedaron “encantados” por la “generosidad” y “comprensión” de Felipe Calderón. Hasta la fecha, no lo olvidan.
Situaciones como esta, dejan en claro que el gobierno central, independientemente del partido político, está para atender a los intereses de los empresarios del centro del país. Que entidades como Baja California, no le interesan, ni siquiera electoralmente.
Esto lo deberían entender y reconocer los empresarios bajacalifornianos, que siguen añorando los tiempos de la Zona Libre. Que acepten, que cuántas veces reclaman la creación de Zonas Económicas Estratégicas, lo único que les han dado y que les seguirán dando, es “atole con el dedo”.
Que si bien es cierto, que el Presidente Enrique Peña Nieto, ha anunciado la próxima creación de Zonas Económicas Especiales, estas son para las áreas más rezagadas del país, no para los privilegiados de los bajacalifornianos.
Así es que, la iniciativa de Castro Trenti, para crear Zonas Económicas Estratégicas, seguirá en “la congeladora” legislativa.