Tijuana BC 30 de marzo del 2015 (GT).- Apenas el año pasado Baja California aprobó la derogación para la despenalización de los delitos de difamación y calumnia, cuando desde 2007 dicha disposición fue aplicada en el Código Penal Federal.
El presidente de la Comisión de Seguridad Pública e Implementación de Justicia de la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México A.C. (Concaam), Dr. Álvaro González Contreras, manifestó que esto vino a salvaguardar la seguridad de los periodistas de la región y a fortalecer el derecho a la libre expresión.
La difamación se encontraba tipificada como delito en los ordenamientos legales tanto federal como estatales, se definía como “comunicar dolosamente a una o más personas, la imputación que se hace a otra persona física o persona moral en los casos previstos por la ley, de un hecho cierto o falso, determinado o indeterminado que puede causarle descredito, perjuicio o exponerlo al desprecio de alguien”, refirió.
“Pero ¿hasta dónde termina nuestro derecho y comienza el del otro individuo? ¿en qué momento al ejercer nuestros derechos agredimos el honor de otra persona?, porque si bien es cierto, un ataque al honor depende de distintos factores imponderables como la sensibilidad del ofensor como del ofendido, de la relación existente entre ambos, así como de la circunstancialidad del supuesto, entonces ¿cómo es medible un daño al honor de una persona?”, cuestionó.
Manifestó que la línea existente entre el derecho a la expresión y causarle un daño a un tercero es muy delgada, casi invisible ya que se exponen dos de los derechos fundamentales inherentes a todo individuo, pero ¿qué derecho es más importante? ¿el derecho a la libre expresión o el derecho al honor?”.
Replicó que ambos derechos se encuentran limitados frente a los derechos de terceros, pero la libertad de expresión y el derecho a la información son de interés público y van más allá del derecho individual del honor, ya que son instrumentos utilizados para garantizar la transparencia y el acceso de información a la sociedad democrática.
“Bajo este tenor los tribunales de la mayoría de los países democráticos, han reconocido que la libertad de expresión goza de preponderancia frente al derecho individual de la persona, en este caso el honor”, concluyó el también Presidente del Colegio de Jóvenes Abogados de Tijuana.