Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 17 de agosto de 2015 (GT).- Es una expresión campirana, muy popular. Cuando alguien insulta a determinada persona u organización y le dice hasta de lo que se va a morir. Para no repetir todas las “palabrotas”, simplemente se hace la referencia de que “lo dejó como palo de gallinero”.
Para la gente del campo, dos son los objetos más sucios. El palo del gallinero y el lazo del cochino.
Por eso, se usan idistintamente, cuando se trata de hablar de cochinadas.
Cabe hacer esta observación, para hacer hincapié, en que durante el proceso electoral de renovación de la dirigencia nacional del PAN, “los cochinos” ganaron a “los técnicos”, y al final de cuentas el partido quedó como “lazo de cochino”.
La contienda fue entre el jovenzuelo Ricardo Anaya, a quien se le puede referir como “El hijastro” de Gustavo Madero, y el Senador Javier Corral, de los pocos panistas de “hueso azul”, que aún está vivo.
Vale la pena recordar que, en su discurso inaugural, Corral manifestó : “Estamos inmersos en una crisis de credibilidad, ante el electorado. Que no se circunscribe en modo alguno, solo a la dirigencia nacional. Hay que decirlo con toda claridad. Está muy extendida en comités estatales y municipales. Incluso, abarca una buena parte de la militancia. Hemos obtenido los peores resultados en la pasada elección del 7 de junio, de los últimos 30 años. Y lo más grave, en el momento de mayor repudio y desconfianza del PRI y del gobierno”.
Por si muchos aún siguen sin entender, explicó : “El mensaje de las urnas, hay que desentrañarlo bien. La autocomplascencia no nos sirve. El autoengaño, solo nos va a llevar a otra derrota electoral. La confianza al partido ha ido cayendo entre la ciudadanía”.
Con pena y todo, pone el dedo en la llaga : “Episodios que son una vergüenza, en un partido cuya noción de la política, descansa en la moral y en el deber ciudadano”.
Y empieza el recordatorio : “Cuya bandera, ha sido la democracia electoral y la democratización de las estructuras sociales. Un partido cuyos fundadores fueron generosos con su tiempo y su patrimonio. Un partido que discutía, que deliberaba, argumentaba razones, principios. Un partido que debatía al interior y al exterior”.
Subraya el mal : “Hay una desviación y un abandono de principios que nos dieron vida”.
Advierte que : “Si el PAN no regresa a la persona, como el concepto fundamental en torno al cual debe girar toda la acción política, seguiremos navegando sin brújula. Si el PAN no vuelve a la tarea esencial de construir ciudadanía, la democracia será una imposibilidad. Sufrimos de una crisis moral. Y nos serviría mucho reconocerlo”.
Luego, les daría un latigazo tras otro :
“Recordemos que la decadencia de las civilizaciones, o de sus grandes instituciones, surge, ante la ceguera de sus dirigentes, cuando los valores que le dieron vida, se transforman en sus antípodas”.
“Traigo, compañeros y compañeras, una genuina intención de colaborar con el PAN, en un momento en el que veo, una decadencia. Una especie de demolición ética y política. Me gustaría que la contienda oreara el debate entre nosotros”.
“El problema no son los pedazos, que nos podamos quedar, del PAN. Así, nada se reconstruye. Debemos estar, para rescatar al PAN completo”.
“Quiero cimbrarlo. Estrujar la conciencia del partido. Recordarles, a tantas mujeres y hombres, de buena voluntad, y que les duela, la indiferencia y la distancia que han tomado, mientras se demuele a una institución que tiene la historia y los valores de la nuestra.
En el PAN, nunca la hemos tenido fácil. La mayoría del panismo, viene de ese talante”.
“Hemos bregado siempre contra la adversidad”.
“No cuento con la estructura de los grupos. Si es cierto”.
“Tampoco tengo el tonel de dinero, para gastarlo en una campaña interna. Pero no lo necesito, porque no voy a comprar votos. Y no pienso contratar a un solo operador. Quiero convencer la libre voluntad y mover a la acción. Simplemente voy a organizar y articular la rebelión de las bases”.
El llamado de Corral, en representación de “Los técnicos”, fue para rescatar al PAN. Fracasó en su cruzada, como casi siempre ocurre en la “lucha libre”, ganaron “los sucios”, cochinos y tramposos.
Al final, las cosas no cambiaron. El PAN quedó como “Palo de gallinero” y los cochinos, encaramados en el poder, seguirán ensuciándolo. Ni modo que sea de otra forma.