El inocente

Por : Gilberto LAVENANT

Tijuana BC 22 de agosto de 2015 (GT).- Preocupados por el alto índice delictivo, registrado en el municipio de Tijuana, en especial el número de homicidios violentos, los miembros del Cabildo del XXI Ayuntamiento, encabezado por el Dr. Jorge Astiazarán Orcí, llamarán a cuentas al Secretario de Seguridad Pública Municipal, Alejandro Lares Valladares.

Y no es para menos la preocupación. Tan solo en el mes de agosto, van 48 homicidios. En lo que va del 2015, la cifra se eleva a aproximadamente 400.

De antemano, el columnista les advierte, que van a cometer una injusticia. En serio. Salvo prueba en contrario, se atreve a decirles que Lares no tiene nada que ver con tales homicidios. Es un “cara de niño”, inocentón, que no es capaz de matar una mosca. Sin duda alguna, es inocente.

Pueden utilizar cualquier método científico para interrogarlo o las tradicionales “calentadas” a base de toques eléctricos, agua mineral en la nariz, tortura sicológica. No les dirá nada. Simple y sencillamente, porque es ajeno a todo eso. No sabe nada de nada. Es inocente.

Y si insisten en tratar de hacerlo “cantar”, a lo más que van a llegar, es que les salga con la canción de Pedro Infante, aquella de : “si te vienen a contar, cositas malas de mi, manda a todos a volar y díles que yo no fuí”. Y no les va a agradar. Si fuese bien entonado, sería artista, no policía.

Ciertamente, “el Alex”, como le dicen sus amigos –aunque al interior de la corporación, lo identifican simplemente como “El camillero”- es el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal. Pero no estaba preparado para desempeñar ese cargo. Los miembros del Cabildo, aprobaron la propuesta del Alcalde y hasta la fecha no la han objetado. Así es que, si ahora lo cuestionan, también hay que cuestionarlos a ellos, por haber avalado su nombramiento.

Que recuerden aquello de que : “No tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre”. Entonces lo hubiesen cuestionado. De haberlo hecho, se habrían percatado, que lo único que sabe de cuestiones policiacas, es lo que ha visto en las series de televisión norteamericana, a las que es aficionado.

A nivel local, su ídolo era su antecesor, Alberto Capella Ibarra. Por eso, hoy luce orgulloso el traje de “General” que le heredó y que no logra “llenar”, porque está empeñado en bajar de peso.

Los integrantes de Cabildo, ya han manifestado que habrán de llamarlo a cuentas. Que comparezca ante ellos, para que les explique qué es lo que está pasando. Olvidan que, a lo imposible, nadie está obligado.

Así mismo, olvidan que la institución que encabeza Lares, tiene funciones preventivas e independientemente de lo que haga al respecto, no tiene los recursos, humanos y materiales, ni la capacidad técnica y material, para frenar la ola delictiva.

La mayoría de los delitos que se registran en Tijuana, están relacionados con el tráfico de drogas. Los enfrentamientos de las mafias por la plaza. Y ese tema, le corresponde a la Procuraduría General de la República, o en el caso del narcomenudeo, a la Procuraduría de Justicia del Estado o a la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.

Si esto, no lo entienden, entonces andan mal.

Ni aunque Lares fuese un policía de carrera, incluso capacitado al estilo de los policías estadounidenses, con una corporación carente de recursos humanos y materiales, además de técnicos, sería incapaz de frenar la ola delictiva. Mucho menos, siendo inocente o ajeno a tales funciones.

Tal vez, a quienes le cuestionan, les afecta demasiado ver tanta felevisión. Sobre todo las series de policías científicos, los que más que con las armas, aclaran crímenes en el laboratorio o mediante el uso de sistemas cibernéticos.

En México, las autoridades viven en la prehistoria, en materia de investigaciones y controles administrativos. Ahí tienen el caso de una persona que se les olvidó en la penitenciaría estatal y que lo liberaron 3 años después.

O el caso de una niña extraviada, que casi un año después, se percataron que estaba en el DIF.

En los casos de los múltiples homicidios, pueden tener la seguridad de que la gran mayoría, siguen sin ser aclarados, pese al tiempo que haya transcurrido.

Así es que, los miembros del Cabildo de Tijuana, pierden su tiempo, llamando a comparecer a Lares, tratando de responsabilizarlo por la ola delictiva que se registra en este municipio.

Lares es inocente. Es ajeno a todo eso. “Por esta”, como dicen en el rancho, Lares no sabe nada de nada. Es inocente.

Con esa cara de niño grandulón, resulta absurdo que alguien se atreva a suponer, que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, tenga algo que ver, con tantos homicidios. Bueno, salvo prueba en contrario. En todo caso, no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre.

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