Por: Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 12 de noviembre de 2015 (GT).- Luego de las elecciones intermedias del pasado 7 de junio, el panista Antonio Valladolid Rodríguez, quien actualmente ocupa la Secretaría de Planeación y Finanzas del gobierno del Estado, empezó a prepararse para competir por la candidatura para la Presidencia Municipal de Tijuana.
Estaba advertido, de que el entonces diputado federal, Juan Manuel Gastélum, era un rival muy fuerte, pues tenía una relación cercana con el Gobernador Kiko Vega.
A algo se atenía Valladolid, que le valió gorro la advertencia, y siguió operando a favor de su proyecto político personal.
Kiko estaba en un brete, pues no hallaba por cual decidirse. Práctico que es, Kiko optó por la amistad con “El Patas”, pero porque deseaba mantener las relaciones de negocios con Tony.
Por eso, a fines de septiembre, Kiko le “jaló” las orejas a Valladolid y “lo tumbó del macho”.
En una conferencia de prensa, en Tijuana, reveló que había solicitado al Secretario de Finanzas, que se mantuviera en el cargo. Que pospusiera sus aspiraciones por la alcaldía de Tijuana.
El argumento que utilizó para ello, fue en el sentido de que lo necesitaba para que le ayudara en el manejo de los presupuestos. En especial, porque el 2016, será un año difícil. Que le era imprescindible.
Dicen, que en esta vida, nadie es imprescindible, pues si alguien se va, o se retira, siempre hay otro que lo sustituya u ocupe su lugar. Sin embargo, para Kiko, Valladolid era imprescindible. Supuestamente, porque estaba haciendo muy buen trabajo en la Secretaría de Planeación y Finanzas.
Engolando la voz, el Jefe del Ejecutivo Estatal, expresó : “Quienes trabajan en el gobierno, quienes colaboran conmigo, tienen como prioridad que el gobierno siga funcionando y aún funcione mejor. Esto aplicado sobre todo en el tema del presupuesto base cero, que requerirá de experiencia de alguien muy capaz”.
Evidentemente, hacía hincapié, en que Valladolid era imprescindible, para el gobierno estatal, por su capacidad y experiencia.
Seguramente, aunque le haya dolido, el aludido, Valladolid Rodríguez, se ha de haber sentido “Juan Camaney”, al observar que el Gobernador revelaba, que no deseaba que dejara la administración estatal, porque era imprescindible, para que las cosas funcionaran bien.
Ahora resulta, que Valladolid no es tan capaz, ni experto. Al grado que debido a su incapacidad, tuvo que solicitar al Congreso del Estado, que le permitan contratar a una empresa, que le asesore, para realizar comprobaciones y solventar observaciones en el ejercicio presupuestal, para evitar el reintegro de mil 200 millones de pesos, destinados a programas y acciones sociales.
Y el asunto era más grave. El propio Valladolid reveló que se encontraba en riesgo de reintegrar al gobierno federal, más de 3 mil millones de pesos, por observaciones de la Auditoría Superior de la Federación, que no habían sido solventadas.
Dicho en pocas palabras, el gobierno estatal gastó más de 3 mil millones de pesos, supuestamente en programas y acciones sociales, y la Secretaría de Planeación y Finanzas, a cargo de Valladolid, no encontraba cómo justificar que se aplicaron correctamente.
Por ello, solicitó una ampliación de partida presupuestal, por 35 millones de pesos, para contratar a una empresa de expertos en la materia, que le ayuden “a sacar al buey de la barranca”. Con la observación de que la contratación se hará en forma directa, sin licitación alguna. Urge, pues.
Como que algo raro está pasando. Kiko Vega no dejó que Valladolid contendiera por la candidatura a Alcalde de Tijuana, dizque porque es experto y capaz, y resulta que “se le está haciendo bolas el engrudo” en la Secretaría de Planeación y Finanzas, porque no sabe cómo justificar el gasto de más de 3 mil millones de pesos, ni puede solventar las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación.
Que, debido a esa incapacidad, el gobierno estatal se puede ver obligado, a regresar a la federación, todos esos millones gastados, que no hallan como acreditar cómo y en qué fueron gastados.
Que el suplir esa incapacidad, le costará al gobierno estatal, la cantidad de 35 millones de pesos, por concepto de honorarios, de los expertos que “le harán la tarea”.
De esto se deduce, que Valladolid no era tan imprescindible, como dijo Kiko, pues no es tan experto, ni capaz, como presumió.
Parece absurdo todo esto, pues el gobierno panista de Kiko Vega, constantemente se queja de que no recibe recursos del gobierno federal.
Pero ahora resulta, que sí recibe recursos, como ocurrió con estos 3 mil millones de pesos, que gastaron, pero que ahora no encuentran cómo demostrar en qué los gastaron.
Al menos el “imprescindible” de Valladolid, no da pie con bola. De la que se salvó Tijuana.