Por: Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 1 de marzo de 2016 (GT).- Sin duda alguna, lo más trascendente, del “destape” de los precandidatos del PRI a las alcaldías de los cinco municipios de Baja California, es la inclusión del periodista Antonio Magaña.
Aún muchos no lo entienden, principalmente los priístas. Magaña, un individuo controversial, critico, de línea dura. Los más preocupados, son los panistas.
Cabe decirles que fue una jugada magistral, puede decirse así. Como en el juego de billar : un tiro de doble efecto. Le pega a los panistas, pero también a los priístas. Y tiene más aceptación, que rechazo.
Los mexicalenses, estaban preocupados, principalmente los priístas, porque un grupo de militantes del tricolor, encabezados por Enrique Acosta Fregoso, sumamente controvertido, estaban aferrados en presionar a la dirigencia priísta, para que a alguno de ellos se le asignara la candidatura por Mexicali.
Parecía que esto no tenía salida. Haciendo a un lado a Acosta Fregoso, quien había venido haciendo precampaña para ello, le seguían Miguel Lepe, Roberto Martín del Campo y el diputado Adán Ruíz. Ninguno de ellos, con un capital político suficiente, para que el PRI diera la batalla ante el candidato del PAN.
Acosta Fregoso aceptó formar parte del grupo de aspirantes, porque consideró que “se los lleva de calle” y que por lo tanto, la dirigencia priísta tendría que decidir a su favor.
Aunque no se ha concretado nada, don Enrique no ha podido borrar de su trayectoria, entre otros, el tema de los amparos para la importación de autos usados, de cuya investigación, no se han dado a conocer los resultados.
Nadie deja de reconocer, que dentro del priísmo, Acosta Fregoso es un “viejo lobo de mar”. Fuertemente ligado con el actual Embajador de México en Argentina, Fernando Castro Trenti.
Así es que, parecía inimaginable hacerle “un feo” y descartarlo como aspirante a candidato a la alcaldía mexicalense.
Cuando surgió el rumor de que Antonio Magaña, podría ser el abanderado del PRI, los cuatro aspirantes priístas, anunciaron que se rebelarían.
Incluso, “engallados”, retaron a la dirigencia partidista, exigiendo que la candidatura de Mexicali, se destinara a militantes, y salvo que no encontraran suficiente talento, se buscara en la sociedad civil.
Lo cierto es que, una vez que el propio Magaña aceptó la invitación, se hizo el anuncio de su posible postulación, por parte del PRI, y nadie dijo nada. Como diría José Alfredo : “Los mariachis callaron”.
La decisión fue válida y acertada, además de bien venida, por los mexicalenses. Durante los dos últimos trienios, han padecido por las frivolidades de quienes han gobernado al ayuntamiento local.
Primero el priísta Francisco Pérez Tejada, quien dejó en bancarrota al gobierno mexicalense. Desvió recursos por aproximadamente mil millones de pesos, que estaban destinados a cubrir las cuotas del ISSSTECALI.
Ahora, con el panista Jaime Díaz, quien además de que ha ventilado públicamente su vida privada, ha manejado al gobierno municipal como si fuese una empresa privada, a base de caprichos y exceso de soberbia.
Tres años más de lo mismo, sería insoportable para los mexicalenses. Para eso, mejor ni ir a las urnas. Por eso, bastante atinada la decisión priísta a favor de magaña.
Claro, va a ser incómoda la posición del periodista. Acostumbrado a criticar y señalar errores de los gobernantes, ahora estará en la mira de todos los críticos.
Los políticos no entienden que están en desventaja, frente a los periodistas, porque los hombres de la prensa siempre serán cazadores y los hombres del gobierno, patos.
No obstante, Toño Magaña parece dispuesto a asumir los riesgos de entrar al terreno de la función pública. Sabe que la simple crítica no basta para cambiar las cosas. Sobre todo, ante políticos necios, sordos y soberbios.
Veamos, si es capaz de enfrentar los vicios y compromisos del sistema. Como el hecho de que el PRI le integrará su planilla, atendiendo los compromisos que tenga con sus sectores.
Cuando sienta, en carne propia, la impotencia de no poder fincar responsabilidades a los funcionarios frívolos y corruptos, independientemente de la filiación partidista, porque el sistema no lo permite.
Por el momento, el PRI le abrió la puerta, como una opción válida, para recuperar Mexicali.
Para el propio periodista, fue difícil tomar esta decisión. Dejar a un lado 30 años dedicados a la comunicación y a la docencia.
El sacrificio, vale la pena. Dice que es : “la hora de recuperar la esperanza de que esta ciudad, de que nuestro querido Valle de Mexicali, puede estar mejor”.
Aunque dicen que “del dicho al hecho, hay un enorme trecho” y muchos, en especial los políticos, están en espera de que el “candidato ciudadano” falle y no logre sus propósitos, el periodista tiene la oportunidad de demostrar que si se puede gobernar mejor. Mexicali lo requiere. Los mexicalenses lo anhelan.