Deshojando a Margarita

Por : Gilberto LAVENANT

Tijuana BC 18 de junio de 2015 (GT).- Uno de los momentos más importantes, en la vida romántica de todo individuo, es cuando se enfrenta al dilema de tratar de saber si es o no correspondido por su amada. Se representa, al menos imaginariamente, “deshojando una margarita”. Con cierto pesar y congoja, arranca uno a uno los pétalos de la flor, al son de : -me quiere, no me quiere.

En el terreno político, concretamente en el panismo, una mujer, Margarita Zavala Martín del Campo, ha hecho todo lo contrario. Puso su proyecto político, o al menos su máxima aspiración, la Presidencia de México, en manos de sus compañeros de partido, para que la deshojen –al son de : me quiere, no me quiere, y le digan si es que la quieren como su candidata a la Presidencia de México.

Tal vez a ella, en lo personal, no hay muchos “peros” que ponerle. Los que tiene, son más bien por su entorno, especialmente por ser la esposa del exPresidente, Felipe Calderón.

Viene al caso comentar esto, porque luego de los comicios del 7 de junio, la exprimera dama, esposa de Calderón, decidió adoptar un papel protagónico, al “autodestaparse” como aspirante a la Presidencia de México, por parte del PAN.

Antes de esto, se había comentado la posibilidad de que buscara ocupar la dirigemcia nacional panista. Pero parece ser que se le hizo poca cosa. Su atención está en la Presdencia de México, que ostentó su esposo, del 2006 al 2012.

Esto, ha generado una enorme preocupación en el panismo, pues nadie puede negar que el PAN, a nivel nacional, esta dividido en dos corrientes : los maderistas y los calderonistas. Pensar en una candidata presidencial, que solamente tenga el apoyo de una de dichas corrientes, y no el de la otra, presagia un rotundo fracaso electoral en las elecciones del 2018.

Definitivamente, la mayoría de las opiniones en contra, de que Margarita Zavala llegue a ser candidata presidencial, están basadas precisamente en el apellido de su esposo, Calderón.

El PAN logró en el 2000, con Vicente Fox, algo que se consideraba imposible de alcanzar : la Presidencia de la República. Sin embargo, el gusto no le duró mucho. El foxismo fue algo así como una “llamarada de petate” y el anhelado cambio, luego de desalojar al PRI de Los Pinos, nunca llegó.

El panismo, tuvo una segunda oportunidad, con Felipe Calderón, en el 2006, pero de nueva cuenta fracasó, al grado de que en los comicios presidenciales del 2012, se tuvo que reconocer que el Partido Acción Nacional, quedó reducido a escombros.

Aunque sin cargo público, más el hecho de ser la esposa del Presidente de México, Margarita fue protagonista y prácticamente co-responsable de los excesos y fallas en que se incurrió en la administración panista que gobernó al país, en el sexenio 2006-2012. Darle oportunidad de que sea Candidata Presidencial, es tanto como abrir la posibilidad de que el calderonismo vuelva a gobernar México. Independientemente de que sería remota esa posibilidad, el PAN volvería a quedar reducido a escombros.

La amarga experiencia, con la postulación de Josefina Vázquez Mota, como candidata del PAN a la Presidencia de la República, quedando de manifiesto que ni el propio Felipe Calderón la apoyó, al grado de que quedó en tercer lugar, con apenas el 25.41% del total de votos, hace casi imposible, pensar en la posibilidad de postular a Margarita. Sería tanto como repetir la historia.

Y el caso es que en el panismo, tanto hombres o mujeres, no hay personajes de peso, para tener un fuerte representante en los comicios presidenciales del 2018. Germán Martínez, expresidente nacional del PAN, en días pasados hizo un exhorto a los panistas, a buscar a un buen candidato, para poder ganar las elecciones presidenciales del 2018. A buscar a los “broncos” de México. “A lo mejor no está entre nosotros. A lo mejor no está en nuestras filas. Hay que buscarlo y encontrarlo”. Esto indica, que no están pensando en Margarita.

Otro de los aspectos serios, que no permiten pensar en Margarita, como candidata del PAN a la Presidencia de México, es que la dirigencia nacional panista, está en manos de maderistas, y el líder de esta corriente, Gustavo Madero, con los resultados electorales del 7 de junio, y las condiciones que guarda el panismo a nivel nacional, ha perdido toda autoridad. Y no obstante eso, pretende heredar la dirigencia a uno de sus más allegados, al diputado federal Ricardo Anaya, a quien apoyarían los calderonistas, siempre y cuando diera su aval para la postulación de Margarita.

A Madero, abiertamente, le restriegan en la cara, haber “rescatado” al PAN, accediendo a negociar con el Presidente Enrique Peña Nieto, a través del Pacto por México. Ahora, el propio Madero reconoce que salió caro, firmarlo. Aprovechando la ocasión, su antecesor en la dirigencia, Germán Martínez, le dice, que si pudo pactar con Peña Nieto, que ahora pacte con los panistas. Como echándole en cara que dió la espalda a los blanquiazules.

Para acabarla, se reconoce que el PAN es manejado por determinados individuos, a los que reconocen como “dueños del padrón”. Ricardo Anaya Cortés, quien aspira a suceder a Madero en la dirigencia nacional, en los comicio sinternos del 16 de agostode 2016, afirma no estar bajo la tutela de Madero y asegura estar dispuesto a romper esos “círculos viciosos”.

Todo indica que no es necesario “deshojar a Margarita”. Los panistas, no la quieren, como su candidata presidencial en el 2018. Son muchos los riesgos.

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