Por: Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 25 de febrero de 2016 (GT).- Seguramente aún hay quienes no entienden la expresión : “atole con el dedo”.
Bueno, pues cabe observar que el atole, es un alimento, producto de diluir en agua o cualesquier otro líquido, masa de maíz.
El atole es un alimento típico mexicano y se ingiere, precisamente para satisfacer las necesidades alimenticias. Principalmente en las mañanas o en la tarde.
Y es riquísmo, ingerirlo, directamente de un vaso o taza. A llenar.
Pero es absurdo pensar que se pueda tomar con un dedo. Meterlo en la taza o vaso y luego chuparlo. Es igual de rico, pero difícilmente calmará o satisfacerá el hambre. Ni a los niños.
Los priístas, aspirantes a la candidatura a alcalde de Tijuana, consideran que el delegado del CEN del PRI, Leobardo Alcalá Padilla, les está viendo cara de niños tontos.
Sabe la desesperación que enfrentan. Casi una angustia intolerable.
Un día les dice que ya mero. Al día siguiente, que la próxima semana. Después que ya casi. Luego, que falta poco. Y así los ha traído.
El inicio de semana, misterioso, los convocó a reunirse en un hotel de la zona río. Dada la proximidad de los tiempos, supusieron que ya había llevado la hora.
Ahí estuvieron David Saúl Guakil, René Mendívil, Carlos Barboza y Carlos Jiménez Ruíz. Supuestamente los principales aspirantes a la alcaldía de Tijuana.
No es la primera vez que los citan, pero al ver que estaban ahí los principales, pues pensaron que ya había llegado la hora.
Además, ya se acabó el tiempo. A partir de la próxima semana, deberán celebrarse las convenciones municipales y distritales, para las 17 diputaciones de mayoría relativa.
Así es que no había dudas. Por fin había llegado la hora.
La tensión natural, por tratar de adivinar o conocer, cuál de los cuatro sería el “elegido”. Así es que todo empezó con una seriedad, casi sepulcral.
Pero a medida que pasó el tiempo, todo fue cambiando. Pero no porque el delegado les disipara dudas. Para nada.
Hablaron del clima. De la reciente visita del Papa y de muchas otras cosas más. Pero del proceso electoral, nada o casi nada.
Ya para retirarse, los exhortó a que se pusieran de acuerdo, quien podría ser. Incluso les advirtió que si no se ponían de acuerdo, el partido podría decidirse a favor de alguna otra persona, ajena al grupo. Y se retiró.
Entonces, cada uno, por su parte, reconoció que el tal delegado, se estaba burlando de ellos. Que les ha venido dando “atole con el dedo”.
Que lo único que ha hecho, es tratar de calmarlos, a base de mentiras, o verdades a medias, que le han permitido darle largas al asunto. Al grado de que ya los tiene hartos. Nadie lo dijo, pero seguramente lo pensaron.
Tratando de parecer democráticos, los dirigentes priístas cometieron el error de abrir la puerta de par en par. Hacerles creer que todos tenían posibilidades.
Incluso, al invitar a los principales cuatro, Guakil, Mendívil, Barboza y Jiménez, les hicieron creer que ellos eran los únicos.
Pensando que efectivamente la carrera era pareja, surgió el llamado “fuego amigo”. Directa o indirectamente, ellos o sus aliados, trataron de marcar diferencias. Y empezaron las “guerras sucias”.
Pero ya se les agotó la paciencia. El “atole” no les calmó las ansias. Para nada.
Se dice que en realidad, la lista de aspirantes, ya fue “palomeada” por Manlio Fabio Beltrones, en la Ciudad de México.
Que es casi seguro que esta semana empezará el recorte. Como cuando se integra la selección nacional de futbol.
Luego del hartazgo, vienen las decepciones. Quizás ya no haya tiempo para cambio de bando, pero los que sean eliminados, podrían pensar en ello, en la última hora.
Habrá quien advierta, que salieron sobrando las lealtades y la disciplina. Que hay un enorme retroceso. Que las “palancas” o “padrinos”, siguen siendo factores más fuertes, que la trayectoria partidista.
Que se regresa al pasado, cuando, un principio esencial, para hacer política, era concentrarse en la Ciudad de México, para “picar piedra”.
La presencia de delegados del CEN del PRI, en la provincia, es parte de esto. Quien no conoce al “monarca” del priísmo, el sonorense Manlio Fabio Beltrones, difícilmente puede pensar en lograr un “principado”.
Y si esto no es posible, menos aún porque no hay tiempo para ello, no les queda más que seguir tragando “atole con el dedo”. Ni se quejen.
Lo único que falta, es que luego les salgan que ninguno de los cuatro va a ser. Que la “elegida”, será una mujer. Puede ser.