Tijuana, B. C., 30 de octubre de 2016 (GT).- Los mil millones de carros que hay en el mundo ya usaron materias primas, energía, recurso humano e impactaron al medio ambiente, de modo que no pueden desecharse tras una vida corta, de 10 años en promedio, sino que deben impulsarse leyes y reglamentos que estimulen su reúso.
Así lo enfatizó José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), afirmando que en mitigar los efectos del cambio climático implica extender el ciclo de vida de los productos y hoy urge aplicar esto para desacelerar la actual producción, que es de 100 millones de carros cada año.
“Pensar o hacer lo mismo esperando resultados distintos es desgastante y frustrante, es importante agregar valor o recuperar valor al tema de los autos usados; no basta ofrecer solo precios de oportunidad como ya se hace con las reparaciones de carrocería, mecánicas y tapicería, sino ir más allá para hacer, por ejemplo, autos híbridos o reconvertir autos basados en gasolina o diesel a eléctricos o a gas natural” consideró.
Agregó que se necesita una regulación que vaya más allá de decretos anuales, porque tales decretos suelen estar sujetos no solo al criterio arbitrario de la persona o autoridad en turno y a las expectativas político electorales o a la afinidad del partido en el poder, sino a la capacidad de gestores, líderes empresariales, de cámaras y asociaciones.
El director del CIGA añadió que lo conveniente es entonces que esté plasmado en leyes y reglamentos o incluso en Normas Oficiales Mexicanas (NOM´s) que estimulen el reúso, así como la reparación, innovación, reingeniería, remanufactura y reconstrucción en carros.
“Capacidades técnicas hay, generaciones de ingenieros electromecánicos del Instituto Tecnológico de Tijuana; seguro que profesionales de electrónica, informática, metalmecánica de la Universidad Tecnológica de Tijuana y de la UABC ya han hecho experimentos y exploraciones con carros viejos reconvertidos, actualizados, modificados, creando nuevos mercados, empleos nuevos e innovadores mercados laborales”, opinó.
Esta es una versión del motor verde de la economía, finalizó Zavala Álvarez, es el motor de la siguiente era de crecimiento económico del mundo y la frontera es la vanguardia, por aquí llega el futuro, necesitamos un comercio que vaya más allá del tradicional discurso empresarial de generar riqueza, porque la distribución es la mejor contribución del comercio a la sustentabilidad.