Tijuana BC 6 denoviembre de 2017 (GT).- Me han comentado algunas personas que hacen el favor de leer nuestros artículos que no alcanzan a comprender jurídicamente cómo es posible que acudan a algún establecimiento a solicitar la prestación de un servicio y no tengan la posibilidad como consumidor a negociar un contrato a bien alguna cláusula del mismo.
Sin duda alguna, todos en algún momento determinado hemos aceptado del prestador de servicios las condiciones que éste ya tiene determinadas y nosotros como consumidores no tenemos la posibilidad de objetar alguna clausula, pues incluso cuando le comentamos que no estamos de acuerdo en lo que nos dice su contrato el prestador de servicios nos argumenta que ya está elaborado y no se le puede cambiar nada.
En este punto nos referimos a los llamados contratos de adhesión, de los cuales podemos decir que son elaborados unilateralmente por quien es el proveedor y de una manera libre sin discusión se celebra con el consumidor, el cual lo acepta en sus términos y en su caso si no está de acuerdo lo rechaza sin la posibilidad como ya comentamos de una contra proposición.
Este tipo de contratos es muy frecuente en nuestra sociedad de consumo cada día más acelerada, incluso algunas personas consideran que por la gran cantidad de transacciones que se celebran a diario sería imposible llevar a cabo un contrato para cada una de estas.
Los contratos más comunes que podemos encontrar en este rubro son los de energía eléctrica, aseo de ropa (limpiadurias o tintorerías), servicio telefónico, contratos de seguro, servicio de distribución de gas doméstico, entre otros de uso frecuente.
Lo importante en este tipo de contratos es que estén sancionados (revisados) por la autoridad competente y con esto puedan proteger al consumidor ante la imposibilidad de discutir su contenido y no se quede desprotegido.
Si tiene alguna duda o comentario por favor hágamelo saber al teléfono 200-2137 o bien a www.lievanomanzano.com, lictirso@lievanomanzano.com, que con gusto lo atenderé.