Tijuana B.C. 8 de noviembre de 2016 (GT).- La reforma que se está gestando para que desaparezcan las Juntas de Conciliación y Arbitraje locales y federales tiene como origen el rezago que se da en ellas para la resolución de los juicios que llegan a esas instancias, mencionó Alejandro Pedrín.
El abogado de empresas y representante de la firma TP Legal, señaló que es sabido por los litigantes que el tema de administración de justicia es muy lento y que se dificulta atender y resolver todos los asuntos por la falta de recursos.
“La propuesta de acabar con las Juntas de Conciliación y Arbitraje y se creen tribunales laborales radica en eso y que los que resuelvan los casos sean jueces laborales. Actualmente quienes resuelven son las Juntas de Conciliación y Arbitraje de manera tripartita con representantes de gobierno, de los patrones y los trabajadores.
Como litigantes y representantes de empresas vemos que con esta reforma se da un paso adelante. Es positivo que se judicialice el sistema para resolver los asuntos laborales y que los juicios sean más rápidos”, expresó.
Después de esta reforma, añadió, tiene que haber una a la Ley Federal del Trabajo para que se adecúe a los cambios.
Indicó que el sistema es tan lento que es posible que si se tiene un juicio hoy, los testigos tienen que esperar a veces hasta un año para acudir a tribunales a rendir testimonio.
Alejandro Pedrín, consideró que se debe matizar y trabajar en una reforma más clara; ya que por ejemplo no se dice qué va a pasar con el personal que trabaja en las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
“Si la federación, la Cámara de Diputados y Senadores no aclaran, el personal con todo derecho podría movilizarse y entorpecer los juicios actuales. La semana pasada en la Ciudad de México ya hubo paros de algunas juntas, a raíz de esa incertidumbre que causa la reforma.
Las cámaras, los poderes tienen que hacer una reforma integral y que cubra lo que está aún con signos de interrogación”, manifestó.