Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 21 de junio de 2016 (GT).- Han transcurrido dos semanas, luego del proceso electoral, y persiste el fétido olor de las cochinadas. Es casi imposible darle vuelta a la hoja.
Aunque luego salgan, las autoridades judiciales electorales, que no hubo nada malo,. De todos modos, la simple declaratoria no bastará, para superar lo ocurrido. Los autores seguirán siendo cochinos y las irregularidades, unas cochinadas.
El problema es que, ni siquiera la parte ofendida, los partidos rivales del PAN, han dado a conocer si ya reclamaron sus derechos, si ya presentaron una denuncia formal, o sí ya exigieron castigo para los responsables.
Ciertamente, los panistas dicen que no pasó nada. Las autoridades electorales, los secundan. De tontos reconocerían que fueron cochinos.
De cualquier forma, además del fétido olor, persistirá la desconfianza en las autoridades electorales y en los partidos políticos. Esto será palpable en el siguiente proceso electoral. El abstencionismo será mucho mayor.
Incluso, se agotaron las estructuras partidistas. Quedó demostrado, que sus “gallos” parecen gallinas. Que no son tan populares como presumían. No tendrán otra que dejar sus lugares a los suplentes, y a los titulares mandarlos nuevamente a la batalla.
En tal caso, hacer más intensiva la operación de la clientela electoral. Más atractivos los “estímulos” electorales. Pagar mucho más por los votos. Y en tales condiciones, serán más descarados. Más burdos.
Tal vez las promesas de campaña serán más fantasiosas. Incluso, se habla de la posibilidad de dar premios en efectivo, a quienes acudan a votar. De cualquier forma, los procesos electorales tienen un costo alto. Si nadie Va a votar, es un gasto inútil.
Tal vez si se otorgan bonos o descuentos fiscales, a quien acredite haber cumplido con su deber cívico. Tal vez. Sería como matar dos pájaros de un tiro.
En lugar de estar festejando, o llorando, los dirigentes partidistas deberían estar en sesión permanente, tratando de encontrar fórmulas, para abatir el abstencionismo. Ese debería ser su objetivo esencial.
Presumen los números de los resultados electorales, como pidiendo que les cuelguen “medallitas”. Para todos, son notas malas. Ganaron en el proceso electoral, pero en general, se les desinfló el voto duro.
Esto, independientemente de que el “triunfo electoral” les resultó sumamente caro. No solamente por el costo de la compra de votos, sino por el efecto negativo que se dió, al ponerse al descubierto las mañosadas.
Han pasado 15 días, del proceso electoral del domingo 5 de junio, y aún persiste el fétido olor. Solamente los protagonistas, dicen que no pasó nada. Tan cínicos son, que insisten en tratar de tapar el sol con un dedo.
Lo irónico es pensar que esos sujetos son los que combatirán a los mañosos de pasadas administraciones. Serán de distintos colores, pero iguales de coludos.
Han transcurrido dos semanas, luego del proceso electoral, y persiste el fétido olor de las cochinadas. Aunque lo nieguen, muchos dicen que : ¡ huele a patas !