14 de mayo de 2016 (24 Horas ).- Comer de más es una práctica común en México, la cual ocurre desde que los padres presionan a sus hijos a que terminen con todo lo que les fue servido en el plato, sin saber que esta acción provoca trastornos en la alimentación.
De acuerdo con la nutrióloga mexicana Beatriz Cuyás, esta práctica es muy común luego de que los padres confunden que entre mayor sea la ingesta de alimentos, mejor será la salud de un niño.
“Es muy importante mencionar que no se debe presionar para que coman de más, ni para que acaben con todo lo que se les sirvió, porque crecen creyendo que deben de comer siempre así, mucho más de lo que en realidad necesitan y esto sin duda lleva al sobrepeso”, indicó la especialista.
La integrante del Colegio Mexicano de Nutriólogos recomendó servir la comida en porciones pequeñas y retirar los platos una vez que los infantes se muestren satisfechos.
“Olvidemos ya la frase de ‘termínatelo todo’. No hay que pensar en servirles porciones de adulto, recordemos que su estómago es del tamaño de su puño, entonces tienen que ser porciones chiquitas” dijo en entrevista con Notimex.
La nutrióloga subrayó que los padres juegan un papel determinante en esta situación, pues deben mantenerse alerta e identificar que se trate de una saciedad y no de un capricho.
“Hay que enseñarlos a saber siempre si están llenos o satisfechos, pero hay que poner mucha atención y realmente detectar si el niño ya no quiere comer porque se quiere ir a jugar o si verdaderamente está lleno”, mencionó.
La especialista en alimentación aseguró que comer de más afecta a los niños y a los adultos en un país en el cual cuando se habla de sanidad se abordan palabras como proteínas, carbohidratos, azúcares, pero pocas veces del tema de las porciones.
“Hay estudios que dicen que si no cuidamos nuestras porciones y comemos solamente 100 calorías más cada día de lo que gastamos, aumentaríamos al año cinco kilos, y eso que 100 calorías puede ser una porción muy pequeña”, expuso.
Cuyás detalló que las porciones que deben ingerirse dependen de la edad, la talla e incluso el género de una persona.
“Es difícil decir que una porción equivale al tamaño de uno o dos puños, lo importante aquí es hacer caso al cuerpo y una vez que se sienta satisfecho parar de comer, esa es la mejor medida de la porción adecuada”, comentó.
La especialista indicó que no se trata de desperdiciar los alimentos, sino de planear mejor un platillo y de comer de nuevo en caso de ser necesario.
“Es mejor repetir, guardar la comida que sobró en el refrigerador y comer más adelante cuando lo requiera tu cuerpo. En el caso de un restaurante pides la comida para llevar porque nadie quiere que los alimentos se desperdicien”, señaló.
La nutrióloga aconsejó a la población parar de comer a la mitad de cada platillo y reflexionar si se está satisfecho, así como evitar distractores como la televisión, los cuales impiden la consciencia en la ingesta de los alimentos.
“Miren sus porciones actuales y traten de reducirlas en un 20 por ciento para empezar, también es muy importante que planeen su alimentación y, por supuesto, que acudan con un especialista en nutrición para que tengan una mejor asesoría”, finalizó.