Tijuana BC 20 de marzo de 201 (GT).- Hasta en el 65% de los niños menores de 4 años que son atendidos por dificultades de lenguaje, una de las principales causas se debe a la falta de estimulación temprana y desatención de los padres para apoyarlos en el proceso de la articulación.
Los primeros años de un pequeño son cruciales para el desarrollo de su lenguaje corporal y articulado, menores en edad temprana inferiores a 4 años tienden a captar lo que escuchan y perciben como sonidos, imágenes y conceptos, imitando y asociándolos para comunicarse.
El problema es cuando no existe esta estimulación por la falta de contacto con los pequeños, por las actividades cotidianas de los padres es común que un niño pase tiempo sentado en su silla o viendo televisión, sin apoyo que lo impulse a pronunciar palabras que le permitan identificar lo que es un perro, casa, pizarrón, etcétera.
De acuerdo con la directora de proyectos de Gotsky Centro Psico-Educativo, Psic. Mónica Del Toro C., la estimulación del órgano orofacial (boca, dientes, mejillas, labios, lengua) mediante la repetición de palabras es esencial para la reproducción del lenguaje del niño mediante un proceso articulado.
Lo adecuado es que a los 4 años consoliden la mayor parte de los fonemas, generalmente la pronunciación de la R es la última, una patología del lenguaje se diagnostica posterior a los 5 o 6 años que es cuando a nivel cognitivo el proceso de lectoescritura debe tener mayor madurez, pero si el lenguaje no se ha equilibrado con ésta entonces es necesario una evaluación formal de la articulación.
Aun cuando es un porcentaje bajo sí hay adolescentes que llegan a conservar patologías del lenguaje desde la niñez, de ahí la importancia de atender la estimulación en edad temprana ya que otras manifestaciones que llegan a presentar los pequeños son conductas de inadecuación ante los grupos.
Por estas razones Gotsky Centro Psico-Educativo desarrolló un proyecto a nivel cognitivo llamado “Azul” para la estimulación óptima de cinco áreas; lenguaje, socialización, conducta, motricidad y senso percepción, para atender las necesidades de los niños en sus primeros años respecto a sus habilidades y comportamiento.
La Psic. Mónica Del Toro C., explicó que al estimular estas áreas diariamente en los niños los avances son significativamente notorios y se pueden manifestar con un mejor manejo de las emociones, tolerancia ante la frustración o aprender a esperar su turno, entre otros.
Por último, la especialista recomendó a los padres estar pendientes de las necesidades de sus hijos, brindarles ayuda desde temprana edad y buscar apoyo profesional mediante programas certificados que coadyuven a su desarrollo óptimo.