Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 31 de enero de 2016 (GT).- Como los chamacos, que tratando de demostrar cuál es más fuerte que el otro, y se agarran jugando a “las vencidas”.
Dicen que es lo que parece que trata de hacer Miguel Angel Badiola, al “meterle zancadilla” a Felipe Pablovich del Razo, para desplazarlo y montarse en la presidencia de la Canirac, la organización que agrupa a los restauranteros.
Que trata de “sacarse la espina”, luego que el Alcalde de Tijuana, Jorge Astiazarán, lo pusiera “de patitas en la calle”, por tratar de promover el turismo sexual de la Zona Norte, desde la Presidencia del Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana, con el programa “Tijuana Coqueta”.
No obstante “el resbalón”, Badiola se negaba a renunciar a la Presidencia del Cotuco. Cuál niño chiquito emberrinchado, cuando el Alcalde le dijo que para acabar las especulaciones que generó este asunto, que renunciara al organismo, dijo que no, no y no.
Los antreros dela zona de tolerancia, con quienes había fraguado el “coqueto” programa, lo respaldaron, para que se aferrara en el cargo. Olvidaron que el Comité de Turismo es un organismo paramunicipal y que los consejeros carecen de autoridad. Que el Alcalde podía cesar a Badiola, cuando así lo dispusiera.
El asunto les costó a Miguel Angel, un linchamiento social a través de las redes. Tardó en reconocer que el aferre le saldría más caro. Finalmente presentó su renuncia y el Consejo del citado organismo, tuvo que designar como substituto a Francisco Villegas, quien ocupaba la vicepresidencia.
Entonces, Badiola tuvo que retornar a su chamba de publirrelacionista del Grupo Caliente. A lamer sus heridas bajo la tutoría de su patrón, compadre y protector.
Solamente unos días le duró la pena, y la vergüenza. Luego reanudó la promoción de sus aspiraciones polٌticas. Quiere ser diputado local. Sabe que pagan bien y trabajan poco. Que no se requiere de facultades especiales para ello. Que basta ser “simpático” y vestir el uniforme de los Xolos.
Pero, necesitaba una posición, desde dónde proyectarse. Nadie sabe exactamente qué pasó, el caso es que el fin de semana, con el evidente respaldo del empresario casinero, se montó en la presidencia de la Canirac.
Algo que sorprendió a muchos. Por varias razones. Aún está reciente el escándalo de lo de “Tijuana Coqueta” y la presencia de Badiola, en la dirigencia de dicha organización, va a afectar seriamente la imagen de dicho organismo. Igual como ocurrió con el Cotuco.
No parece tener antecedentes en la industria restaurantera, sobre todo la de Tijuana, que es bastante prestigiada.
Al treparse a la presidencia de la Canirac, desplazó a Felipe Pavlovich del Razo, miembro de una familia sonorense destacada en la industria gastronómica. Conocedor del ramo y sumamente estimado.
De paso, Felipe, es tío de la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich y yerno de Adrián Pedrín, de los restaurantes La Costa, es un destacado implusor del turismo médico. Era una garantía para la Canirac.
Pero Badiola requería la posición, para su proyecto político y de paso para demostrarle al Alcalde Astiazarán, que podía ocupar posiciones, de las que no podría obligarlo a renunciar.
Para muchos, es tanto como retar al Presidente Municipal. Como medir fuerzas con él. Nada más falta, que desde esa posición, pretenda reanudar la promoción del programa “Tijuana Coqueta”. Nada más eso falta.
Imaginen nada más, al personal de los restaurantes tijuanenses, luciendo “coquetos” uniformes.
Cabe observar que este asunto, apesta, porque ya le habían propuesto a Pavlovich la presidencia de la Canirac. Sumamente entusiasmado, platicaba de sus planes para impulsar la industria gastronómica.
Se supone, que solo faltaba que el fin de semana se celebrara la reunión de consejo de la organización, para que se hiciera oficial la designación de Felipe.
Pero “le jalaron el tapete” o le “metieron zancadilla” y súbitamente Badiola se montó en la silla.
Dicen, que el que obra mal, mal le va.
Por cierto, ya que de rivalidades, fricciones y escándalos se trata, circula en las redes, un meme, supuestamente bajo el patrocinio de Casino Caliente y el Sport Arenia, el casino de Bustamante. Se anuncia una “Gran Pelea Estelar”, dizque organizada por TJ Coqueta y PRI Motions.
El encuentro boxístico sería entre Jorge “Bisturí” Astiazarán y Carlos “Iluminati” Bustamante. Solamente falta que indiquen que “cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia”.
Se exhorta al público a que “No se pierdan la batalla del siglo” y rematan con tres cuestionamientos : ¿Quién pondrá la mano dura? ¿Dónde quedó la bolita? ¿Y los baches?
Esto es lo que pasa, cuando los actores políticos pierden la compostura y tratan de medir sus fuerzas en público. O se comportan, o el respetable los abuchea.