Por: Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 25 de octubre de 2015 (GT).- Si hay alguien que sea simulador por excelencia, o sea que finja, actúe o simule, que disfruta o sufre, ante determinada situación, son los artistas. Hasta les pagan por ello.
Hay quienes logran tal dominio de sus reacciones, que hacen reír o llorar a los expectadores con su actuación. Quienes les miran, quedan convencidos de que son reales.
Pero no son los únicos. Hay otros individuos, que parecen verdaderos artistas, por sus habilidades, para eso de las simulaciones. Esos son los políticos.
Hoy, parecen estar molestos por algo o respecto de alguien. Cualquiera podría decir, que estarían dispuestos a tragarse viva a determinada persona, si en esos momentos la tuvieran enfrente. Pero, cuando las circunstancias cambian, conste, las circunstancias, no el personaje, ahora expresan maravillas.
Es tan extraordinario el cambio, que es necesario verlo, para creerlo.
Bueno, cabe aclararlo, creer que se están expresando, positivamente de alguien, respecto de quien antes, hablaban pestes. Esto no significa que hayan cambiado de opinión, de ninguna manera. Pero lo simulan tan bien, que hasta hacen suponer, a quienes los observan o escuchan, que el personaje al que se refieren, realmente sufrió una transformación y que ya no es, lo que antes decían que era.
Esto es lo que ocurrió, con muchos priístas, respecto al exdiputado federal Chris López Alvarado.
Hasta hace poco, en especial cuando ocurrió lo de la homologación del IVA, muchos hablaban pestes del coordinador de los diputados federales priístas, de Baja California. Fueron declarados no gratos, por haber votado a favor de incrementar el IVA del 11% al 16%.
El repudio fue tal, que prácticamente dejaron de venir, o se disfrazaban, para hacerlo. Llegaban en vuelos nocturnos o directamente al Sur de California. Y de ahí, se trasladaban por vía terrestre a Baja California.
Los priístas, por su parte, los evadían. A toda costa trataban de evitar que los vieran cerca de ellos. Hacían, como si no los conocían. Los podrían “quemar”.
Hace unos días, cuando empezó a circular el rumor, de que Chris López, podría llegar a ocupar la Presidencia estatal del PRI en la entidad, debido a que a nancy Sánchez Arredondo, la obligaron a dejar el cargo, aunque la eligieron para un período de 4 años, muchos, al menos “entre dientes”, manifestaron su malestar e inquietud. Casi al grado del escándalo.
Por eso, cuando ya se decidió hacer pública la designación de Chris, como dirigente estatal del priísmo en la entidad, se temía que eso pudiera generar una rebelión.
Sin embargo, acatando aquello de que “donde manda capitán, no gobierna marinero”, se hizo efectiva la designación, y, como por arte de magia, se logró la transformación de los rebeldes. Las críticas, se convirtieron en alabanzas.
Es difícil creer, que quienes antes advertían, que designar a Chris al mando del priísmo estatal, sería casi el fin del mundo, ahora le resaltan méritos que antes no percibían.
Antes, no daban ni un cinco por él. Ahora, juran que es el salvador del PRI en Baja California. Que bajo su dirección, lograrán triunfos electorales, que no pudieron, durante tantos años, bajo el dominio del castrotrentismo. Lo dicen los propios herederos de Castro Trenti.
Manifiestan, aparentemente convencidos, que con Chris, se acabará el divisionismo generado por las dos corrientes políticas, castrotrentismo y hankismo. Sólo falta que aseguren, que ocurrirá un milagro. Que esto es cosa de Dios.
Por eso, en el evento de toma de posesión, de la nueva directiva priísta, este fin de semana, en Mexicali, no hubo, ni un gesto o alguna expresión de molestia o enojo.
De un plumazo, Manlio Fabio Beltrones les impuso a su ahijado, arrebatando a los castrotrentistas, la dirigencia estatal del PRI, que regentearon durante los últimos años, y ni gestos hicieron.
Para unos, fue simplemente la expresión de la disciplina partidista. El columnista apuntaba, que esto, traducido al español, es la descripción de lo que implica el tragar excremento, sin hacer gestos.
Pero en fin, esto es un asunto que atañe solamente a los priístas. Si así les gusta, y lo toleran, pues allá ellos.
Pero que no esperen, que la designación de Chris en la dirigencia estatal del PRI, será milagrosa. Su sola presencia, no acabará la existencia del castrotrentismo y el hankismo.
Su sola presencia, no bastará, para que el PRI recupere las posiciones electorales, perdidas a lo largo de casi 26 años.
No extinguirá el hastío y repudio de los electores, hacia los candidatos priístas. Por más que simulen que han cambiado.