Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 7 de diciembre de 2015 (GT).- La mayoría de los políticos, son de doble moral. Dicen una cosa y hacen otra, totalmente distinta.
Cuando hablan, pronunciándose en contra de los males sociales, como la corrupción, lo hacen con tal vehemencia, que hasta parecen la pura verdad. Pero las apariencias engañan.
El pasado sábado en Tijuana, en el acto de toma de posesión de la dirigente estatal del llamado Movimiento Territorial, organización priísta, la líder nacional, Senadora Ana Lilia Herrera, manifestó categórica : “Los verdaderos adversarios en Baja California, se llaman corrupción, pobreza y drogadicción”.
Obviamente, todos los presentes en dicho evento, le aplaudieron a rabiar. Incluso los representantes de “los adversarios” de Baja California, los políticos corruptos, simuladores, falsos.
Y es que la mayoría de los políticos, parecen regocijarse, cuando alguno de ellos se pronuncia en contra de los corruptos. Pero lo hacen, no porque efectivamente les agrade que se luche en contra de dicho mal social, sino porque nadie les señala como tales, a ellos en lo personal.
La Senadora debe saber, que los políticos no son ningunos santos. Que a muchos de los que le rodeaban, les quedó el saco, Pero, cínicos que son, se rieron y aplaudieron su pronunciamiento, porque saben que es simple retórica política. Que de ahí, no pasa.
De muchos tijuanenses es sabido, que uno de los asuntos más cuestionado, de la administración del XX Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por el empresario priísta, Carlos Bustamante Anchondo, es el de las luminarias. Salta a la vista, que los hechos, fácilmente pueden ser encuadrados en varias figuras delictivas.
Y aunque la Sindicatura Procuradora, a cargo de Arturo Ledesma Romo, investiga el tema, hay sospechas fundadas de que simplemente está haciendo tiempo, para enfriar el caso y darle “carpetazo”, en los últimos días de su gestión como tal.
Ante la nula respuesta del Síndico, pese a los constantes reclamos que se le hacen, para que dé a conocer los resultados de la investigación, en el pleno del Congreso del Estado, del jueves 26 de noviembre, del año en curso, la diputada panista, Rosalba López Regalado, propuso se citara al Síndico Procurador, para que hablara al respecto.
Cualquiera podría haber dicho, que los legisladores apoyarían unánimemente la propuesta. No se trataba de enjuiciar al Síndico, sino simple y sencillamente que diera a conocer los avances de la investigación y posibles resultados.
Sobre todo, porque se trata de un sonado asunto de presumible corrupción y los legisladores de todos los partidos, de una u otra forma, se han pronunciado por combatir a los corruptos.
Sin embargo, la filiación partidista del principal protagonista del asunto de las luminarias, el priísta Carlos Bustamante Anchondo, dió como resultado que se rechazara la propuesta. Se sabe que igual hubiese pasado, en caso de que el autor de tal asunto, fuese panista.
A favor de citar al Síndico, votaron los diputados panistas, Rosalba López Regalado, quien hizo la propuesta, Rosa Isela Peralta, Mónica Bedoya, Gustavo Sánchez y Mario Osuna del Partido, así como Felipe Mayoral, del Partido Estatal de Baja California.
El diputado Rodolfo Olimpo Hernández, del Partido Encuentro Social, se abstuvo. Quizás por un conflicto de intereses, pues fue regidor del XX Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por Bustamante Anchondo, y entonces votó a favor del proyecto de las luminarias.
Curiosamente, como si el tema no les interesara, o tal vez para no comprometerse, los diputados Roberto Dávalos, del Partido de la Revolución Democrática, y Francisco Alcibíades García, de Movimiento Ciudadano, abandonaron el recinto legislativo, cuando se iba a proceder a votar dicha propuesta.
¿Pero quienes votaron en contra de la propuesta ? ¿Quiénes impidieron, con su voto, que fuese citado el Síndico Procurador del XXI Ayuntamiento, para que hablara sobre las luminarias de Bustamante? Las diputadas priístas Laura Torres, Nereida Fuentes y Cynthia Ruiz, Armando Reyes, del Partido del Trabajo, Fausto Gallardo, del Partido Verde Ecologista de México y la presidenta del Congreso local, Irma Martínez, del Partido Nueva Alianza.
Dicho en otras palabras, todos ellos, están a favor de la corrupción. En especial, si son compas o compañeros de partido.
Ahí tienen a los cinco exalcaldes priístastas, Enrique Pelayo Torres, de Ensenada, Javier urbalejo Cinco, de Tecate, Javier Robles Aguirre, de Playas de Rosarito, Francisco Pérez Tejada, de Mexicali y Carlos Bustamante Anchondo, de Tijuana. En lugar de pugnar porque se les finquen responsabilidades, por sus pésimas administraciones, se han dedicado a protegerlos. A ayudarles, para que eludan la posible acción de la justicia.
En eso consiste la doble moral. Señalar a la corrupción como uno de los principales adversarios de Baja California y tener la casa llena de corruptos. ¿Qué no, el que es buen juez, por su casa debe empezar?
Con meras simulaciones, no se logra nada bueno. Piensan que engañan a los demás, pero todo mundo los conoce.