Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 25 de agosto de 2015 (GT).- En el priísmo, la víspera del proceso electoral 2016, ningún aspirante a la alcaldía de Tijuana, puede cantar victoria. Ninguno puede presumir que lleva ventaja sobre los demás. Incluso algunos se han quedado rezagados. Reina la incertidumbre.
Ciertamente, todos los posibles, siguen haciendo su lucha. Pero nadie puede decir, que ya trae la candidatura en la bolsa.
Quien parecía que llevaba ventaja, era el diputado René Mendívil – puede decirse que es el único que ha hecho pactos- pero de pronto, como que se frena.
En los últimos días, el invitado a todos los grupos políticos es el Delegado de la Secretaría de Economía, David Saúl Guakil. Pero no se atreve a abrir su proyecto político, hasta que se separe de dicha dependencia federal.
Sin embargo, debe decirse que Guakil, muestra un proyecto personal, suficientemente maduro, sensato. Muestra conocimiento sobre la realidad socioeconómica de la entidad. Falta que se desenvuelva o muestre su experiencia en al terreno político.
Lo interesante es que, aparentemente, no tiene contacto con el nuevo dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, sino con el equipo cercano al Presidente Enrique Peña Nieto. Podría decirse que su perfil, es más empresarial, que político.
Quizás le afecte, haber formado parte del equipo del también empresario priísta, Carlos Bustamante Anchondo, quien al frente del XX Ayuntamiento de Tijuana, dejó una estela de irregularidades y hechos sumamente cuestionables, que ningún tijuanense quisiera que se repitieran.
Tiene a su favor que, salvo prueba en contrario, no es castrotrentista, ni hankista. Aunque en las condiciones en que se encuentra el priísmo, eso puede ser una deventaja.
Este es un aspecto interesante. Distinto a comicios anteriores, las dos grandes corrrientes en que se divide el priísmo bajacaliforniano, castrotrentismo y hankismo, pareciera que están durmiendo. A unos días de que inicie el proceso electoral, esa aparente calma, genera más desconcierto.
Cabe destacar la casi total ausencia del líder del castrotrentismo en la entidad. La lejanía del lugar donde desempeña el cargo de Embajador de México, presenta limitantes para Fernando Castro Trenti, para involucrarse en los preparativos para la asignación de candidaturas. Aunque, en otros tiempos, ni la lejanía lo frenaba.
Cuando los analistas hacen observaciones, algunos fanáticos se molestan. Pues aunque se molesten, cabe observar que se percibe que las relaciones entre Castro Trenti y el nuevo dirigente nacional del PRI, Manli Fabio Beltrones, no son tan buenas como en otros tiempos.
De lo contrario, ya hubiese renunciado al puesto diplomático, para integrarse al equipo de colaboradores cercanos del exgobernador de Sonora. Al menos, ya estuviese en Baja California, operando para seleccionar precandidatos a alcaldías y diputaciones locales. Es notable su ausencia.
De ahí la fragilidad o fortaleza del futuro político del diputado mendívil. El último tramo de su carrera política, lo ha desarrollado, bajo la sombra del castrotrentismo. Se le considera el sucesor de Castro Trenti en la entidad. Hoy, ya se cuestiona esa relación.
En el lado del hankismo, el empresario casinero, Jorge Hank Rhon, simplemente los ha dejado sueltos. A todos, les hace creer que contarán con su apoyo, pero no está disouesto a invertir u solo peso en procesos electorales. Que cada quien se rasque con sus propias uñas. Los Carlos, Barboza y Jiménez, podrían buscar alguna diputación local.
Los priístas tienen en su contra, que los panistas han incrementado considerabnlemente su clientela política. Con los “afiliados” a las nóminas estatales y los destinatarios de los diversos programas sociales, les basta para ganar la mayoría de las diputaciones de representación proporcional.
De paso, el avance de los llamados partidos emergentes. No han logrado mucho, pero se mantienen en la lucha. El mayor peligro lo representa la Morena de Andrés Manuel López Obrador.
Para colmo, el surgimiento de los candidatos independientes, que, se presume, darán sorpresas. Habrá nombres de destacados ciudadanos, que darán la pelea a cualquier político. Lo interesante es que ha trascendido que no operarán solos. Que se unirán, al grito de “la unión hace la fuerza” cual si fuesen una organización política, sin reglas, ni condiciones, salvo el hecho de no ser integrantes de ningún partido político.
Definitivamente, las elecciones locales del 2016, para diputados locales, alcaldes, sindicos y regidores, serán una especie de ensayo para las estatales del 2019. Y antes de estas, para las presidenciales del 2018, en las que habrá figuras de candidatos independientes, ya muy consolidadas.
Como en Nuevo León, en el 2015, PRI y PAN, ya no serán las fuerzas políticas predominantes, sino las candidaturas independientes. Los electores están hartos de los políticos. Jaime Rodríguez “El Bronco”, les demostró que si se puede.
Todo indica, que los políticos, dejarán de tener las cosas fáciles. Tendrán que voltear a ver a los ciudadanos. A atenderlos. Y a eso, no están acostumbrados. Por eso los desconciertos.