Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 25 de noviembre de 2015 (GT).- Aplicando aquello de que “tanto peca, el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”, cabe observar que, en el caso del fracasado y cuestionado “Proyecto de Modernización del Alumbrado Público de Tijuana” del XX Ayuntamiento, encabezado por el priísta Carlos Bustamante Anchondo, hubo muchos co-responsables, “pecadores” o “agarrapatas”.
Efectivamente, por ser el jefe de gobierno, el exalcalde es el principal responsable de las irregularidades en que se incurrió, pero hubo muchos otros políticos y funcionarios públicos, que, directa o indirectamente, lo auxiliaron, y respecto de los cuales nadie hace alusión y ellos. Por su parte, cínicamente “nadan de muertito”, tratando de pasar desapercibidos.
El proyecto original, propuesto por el Alcalde Jorge Ramos Hernández, consistente en concesionarlo a 15 años a particulares, que supuestamente invertirían 400 millones de pesos, fue aprobado el 30 de abril de 2010, por los regidores del XIX ayuntamiento, Juan Ramón López Medina, Juan Pablo Rodríguez Gil, Luis Manuel Bustamante Mora, Lourdes Peña Castellanos, Alejandro Cuellar Rodríguez, Bernardo Martínez Gómez, Rafael Casillas Hernández, Francisco Domínguez García, Elma Acosta Chávez, Carlos Guzmán Bayardo, Olga Macías Abaroa, Juan Bernardino Sevilla Trujillo, José Luis Parra Vázquez, Luis Moreno Hernández y Gerardo Alvarez Hernández.
Todos ellos, sin “chistar”, levantaron la manita, en señal de aprobación. A Ramos Hernández se le acabó el tiempo y no pudo hacer la licitación para otorgar la concesión, cuya vigencia concluiría hasta el 2025. Ufff.
En sesión de cabildo del XX Ayuntamiento, el 2 de junio de 2011, Bustamante Anchondo logra que le aprueben, sustituir el proyecto de Ramos Hernández, para, en lugar de concesionar el sistema de alumbrado público, adquirir en arrendamiento, a 26 meses, 46 mil luminarias, con un costo de 144 millones de pesos.
Bustamante les dijo que no estaba de acuerdo con que se concesionara el servicio, cuyo costo se amortizaría en 3 o 4 años, dejando al concesionario una enorme utilidad. “Algo sé de negocios”, les dijo.
Este proyecto, fue aprobado por los regidores Francisco Alberto Gómez Medina, David Ruvalcaba Flores, Jesús Javier Merino Duarte, Franciscana Krauss Velarde, Erwin Jorge Areizaga Uribe, Ricardo Franco Cázares, Julio César Vázquez Castillo, Rodolfo Olimpo Hernández Bojórquez, Miriam Josefina Ayón Castro, Eduardo Enrique Parra Romero, Claudia Ramos Hernández, María Luisa Sánchez Meza y Najla Souraya Eehbe Dipp, así como la Síndico Procuradora Yolanda Enríquez.
Varios de los regidores del XIX y del XX Ayuntamiento, hoy son legisladores estatales o federales y no han movido ni un solo dedo, para exigir cuentas a Bustamante Anchondo, respecto del desaseado asunto de las luminarias, que ellos le aprobaron. Esto se entiende como un conflicto de intereses. Valdría la pena preguntarles, cómo es que los “convencieron”. Ninguno tiene las manos limpias, como para lanzar la primera piedra.
El absurdo contrato de arrendamiento, relativo a las luminarias, celebrado con Sola Básic, el 20 de septiembre de 2011, así como las adendas de 29 de noviembre de 2011 y 2 de julio de 2012, fueron suscritos, en representación del XX Ayuntamiento, por Carlos Walterio Bustamante Anchondo, Presidente Municipal, Alcide Roberto Beltrones Rivera, Secretario de Gobierno, Yolanda Enríquez de la Fuente, Síndico Procuradora, Oscar Lino Sanabia Peinado, Oficial Mayor, David Navarro Herrera, Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, y Ruffo Ibarra Batista, Secretario de Administración y Finanzas.
Todos ellos, deben ser considerados como co-responsables en el caso de las luminarias, “pecadores” o “agarrapatas”. Algunos les refieren simplemente como firmones, pues estampan sus firmas, en cualquier documento o contrato que se les pone a la vista, sin analizar o discutir el alcance del contenido de los mismos y por lo tanto sus respectivas responsabilidades.
Sin duda alguna, acostumbrados a los usos y costumbres del sistema, dócilmente acatan las órdenes o instrucciones del jefe, en este caso el alcalde, con la confianza de que nadie les fincará responsabilidades. Es más, apuestan a que el tiempo y la corta memoria de los mexicanos, les permitirán eludir responsabilidades, como ha pasado hasta el momento. Por eso “nadan de muertito”.
Lo delicado es que los regidores, solo sirven o funcionan para aprobar o avalar proyectos, programas y actos de gobierno, pero nunca reclaman o cuestionan, las deficiencias, fallas o excesos. Tampoco nadie les reclama a ellos, la responsabilidad que les corresponde, por servir como meros “tapetes”, para que los alcaldes en funciones, hagan lo que gusten y manden, por absurdos y fraudulentos que lleguen a ser.
Muchos de esta enorme lista de “agarrapatas”, no están siendo citados por la Sindicatura Procuradora del XXI Ayuntamiento, que encabeza Arturo Ledesma Romo, para que aporten sus respectivos testimonios, en torno al asunto de las luminarias.
Por cierto, el Síndico Procurador, Ledesma Romo, asevera, categóricamente, que no habrá impunidad en este asunto. Que desahogadas las comparecencias de los funcionarios citados, procederán a dictar la resolución correspondiente.
Las evidencias indican que no habrá nada espectacular, ni contundente, contra los involucrados en el asunto de las luminarias. Mucho menos contra los “agarrapatas”, pese a que “tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”.
Es más, es casi un hecho el carpetazo y las sanciones serán meramente simbólicas.