Por: Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 26 de febrero de 2016 (GT).- Dicen, que no hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza.
Pues, llegó la hora. De un momento a otro, se llevarán a cabo los “destapes” de los candidatos priístas a los diversos puestos de elección popular, que participarán en los comicios de junio próximo.
Se acabaron las especulaciones y las farsas. Hasta los apolíticos, están que comen ansias, porque esto ocurra.
Lo único cierto es que el domingo deberán registrarse los aspirantes, en el sistema interno del Partido Revolucionario Institucional. Dicen que serán “solidarios”. Otros les llaman “de unidad”.
Llegó la hora del “corte definitivo”. El cronograma electoral indica que el martes 2 de marzo, iniciarán las precampañas, en los casos en que existan varios precandidatos para un mismo puesto. Concluirán el 27 de marzo.
Luego vendrá el período de campañas, del 2 de abril al 1 de junio. Finalmente los comicios el 5 de junio.
Lo curioso de todo esto, es que los demás partidos políticos, están a la espera de que el PRI defina sus candidatos. Para determinar la factibilidad de triunfos, en aquellos municipios o distritos, donde postule personajes de bajo perfil.
Incluso, algunos están en espera de acudir a la “pizca” de prospectos priístas, que hayan sido relegados o desechados.
Bueno, hasta los llamados “independientes”, están a la espera del inicio de este proceso interno del PRI. Algunos están desesperados, pues ya observaron que colectar apoyos sociales, o sea reunir firmas de electores, con sus respectivas copias de credencial electoral, no es tan sencillo.
Ya no están tan valentones como en un principio. La hazaña electoral de “El bronco”, les dió alientos, para imaginar que podrían hacer lo mismo.
Pero les ganó la soberbia. Lo que parecía ser un sólido movimiento ciudadano, se fue desmoronando muy rápido. Todos se sentían “estrellitas”.
Todo indica que el único que logrará cumplir los requisitos para ser reconocido por las autoridades electorales, como candidato independiente, lo será Gastón Luken.
Los demás partidos, en los siguientes días se dedicarán a juntar pedacera, para armar sus planillas de candidatos. Del perfil que sea, con tal de llenar espacios y lograr el mínimo de votos requerido para conservar sus registros. Sobre todo, sus prerrogativas.
Es obvio, que en Baja California, seguirá prevaleciendo el bipartidismo. Aumentará el número de partidos contendientes, pero no el número de electores. Si acaso, PRI y PAN verán reducir, sensiblemente, su respectivo voto duro.
Todos batallarán para conservar sus posiciones. La mayoría se conformará con lograr las “pluris”.
Después, al menos en el priísmo, viene la “operación cicatriz”, que nunca logra alcanzar sus objetivos. Para empezar, los hankistas seguirán siendo una corriente política. Los castrotrentistas, sin líder, persistirán.
Habrá nuevos “istas”, como los beltronistas y todos aquellos que tratarán de adquirir nueva identidad política. Todo, con mira hacia las elecciones presidenciales del 2018 y las locales del 2019.
En esta etapa, en el priísmo habrá poda. La edad, y los males de salud, sacará a muchos de la jugada. Se les acabó su tiempo.
Políticamente hablando, esto preocupa a los priístas. Sus cuadros se están avejentando. Ya no tienen “gallos” para las siguientes contiendas.
También es preocupante, que quienes llegan al gobierno, no entienden que se están acabando la “gallina de los huevos de oro”. Tanto el gobierno estatal, como los municipales, prácticamente están en quiebra. Llegar a ser Gobernador o alcaldes, es como sacarse “la rifa del tigre”.
Se acaban los recursos disponibles, pero se incrementan los problemas, las necesidades.
La violencia e inseguridad pública, cada día son mayores. La pobreza, se percibe, pese al “maquillaje”.
Las promesas, ya están muy desgastadas, luego de usarlas insistentemente, campaña tras campaña.
Los ciudadanos, ya no creen en los políticos, pero no hay nada que motive a los electores a acudir a las urnas el día de los comicios.
Los electores quieren un cambio, pero “por obra y gracia del espíritu santo”. Sin que les cueste a ellos esfuerzos, ni riesgos.
En el 2013, apenas votó el 30% de los electores. El resto para este 2016, será superar ese porcentaje.