Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 5 de julio de 2015 (GT).- A menos de 3 meses de que inicie el proceso electoral, relativo a las elecciones locales del 2016, en las que se elegirán alcaldes, regidores, síndicos y diputados locales, saltan a la vista perversidades que podrían trastornarlas.
En esta ocasión, no será el abstencionismo el principal factor a vencer, sino el choque de intereses, de la autoridad electoral federal, por una parte, y de los políticos bajacalifornianos, incluyendo al Gobernador Kiko Vega, por la otra.
Podría decirse que, aún antes de empezar, este proceso está técnicamente empantanado. El INE realizó una redistritación electoral, tratando de lograr un equilibrio en el número de electores por distrito. Tratando de impedir que se llevara a cabo esta redistritación, Kiko Vega, al igual que otros tres gobernadores, apresuradamente impulsaron reformas a la legislación local, que pretende bloquearla.
Al observar el serio desiquilibrio entre el número de electores por distrito electoral, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, el 24 de junio aprobó la redistritación electoral de varias entidades, entre ellas Baja California.
El número de distritos electorales no varió, empero los municipios de Tecate y Playas de Rosarito, dejaron de ser cabeceras de distrito, cuyos distritos los integran con Tijuana y Ensenada, respectivamente.
Sin embargo, aunque el malestar era entendible, el miércoles 1 de julio venció el plazo para impugnar la redistritación, y nadie lo hizo. Como dicen, el que calla otorga.
Aún a sabiends de la intención del INE de llevar a cabo la resdistritación, tratando de impedirlo, el Gobernador Kiko Vega, impulsó una apresurada reforma electoral, la madrugada del domingo 31 de mayo y que aprobaron la madrugada del Lunes 1 de junio. En la misma, entre otras cosas, establecieron que los municipios serían cabecera de cuando menos un distrito electoral.
Evidentemente alguien les había “soplado” las condiciones en que quedarían los distritos electorales y que ni Tecate, ni Playas de Rosarito, tendrían uno propio. Para las elecciones del 2016, Tecate compartirá distrito electoral con Tijuna y Playas de Rosarito con Ensenada.
Así mismo, adelantaron dos semanas la fecha de los comicios, para el efecto de que la redistritación fuese considerada inconstitucional, toda vez que la Constitución local no permite reformas electorales 90 días antes del proceso electoral.
Funcionarios del INE, en el caso de Baja California, imputaron al gobernador Kiko Vega la autoría de las apresuradas reformas electorales, lo que calficaron como fraude a la ley.
Tratando de aliviar los señalamientos, el Secretario General de Gobierno, Francisco Rueda, declaró que los cambios de redistritacón, realizados por el INE, fueron hechos entiempo y forma y que serán aplicados en las elecciones del 2016. Lo que no aclaró, ni dijo, fue en qué quedará la reforma a las leyes electorales locales, que pretendían garantizar a los municipios de Baja Caslifornia, como Tecate y Playas de Rosarito, que tendrían al menos un distrito.
Lo cierto es que nadie combatió, legalmente, la redistritación, ni defendió la efectividad de las reformas electorales, que claramente se evidenció tuvieron la intención de frenarla.
No obstante, fuera de tiempo, la diputada tecatense, Nereida Fuentes, aprovechó la tribuna de la legislatura estatal, para hacer un desesperado llamado al Instituto Nacional Electoral, para que no aplique la redistritación en las elecciones del 2016.
Sin embargo, el llamado y pronunciamiento, lo hizo el jueves 2 de julio, un día después de vencido el plazo para impugnar la redistritación.
Aunque dijo ser respetuosa de las instituciones en México, señaló que no estaba de acuerdo con el criterio del Consejo del INE, “porque no puede permitirse que el Instituto Electoral sobrepase la autonomía Constitucional de la entidad y la propia disposición de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, dijo.
Luego argumentó que resultan insuficientes los tiempos, para hacer las adecuaciones y preparaciones necesarias de los escenarios electorales, tomando en consideración que el proceso electoral inicia el domingo 13 de septiembre del presente año.
Resulta extraño, que sea una diputada priísta, y no la dirigente estatal del PRI, Nancy Sánchez, quien saliera a la defensa del proceso electoral, tratando de impedir la redistritación, que al no ser impugnada, en tiempo y forma, es de aplicación obligatoria en el próximo proceso electoral.
Igualmente, resulta extraño, que no obstante que las autoridades electorales, imputan a Kiko Vega la intentona de frenar la redistritación, sea una legisladora priísta quien de la cara y el gobernador panista la esconda, en tanto que su jefe de gabinete dice que todo está bien.
Tal sospechochismo evidencia que en esto hay una serie de perversidades. Que hay “gato encerrado”, con la aparente intención de afectar el proceso electoral. Así mismo, preocupa la observación de la diputada priísta, en el sentido de que la redistritación, generará confusión en el electorado y desmotivará la participación ciudadana.
Y en eso tiene razón. En los comicios del presente año, se evidenció que la autoridad electoral, opera no para combatir el abstencionismo, sino para incrementarlo. Total, siempre ocurre que “a río revuelto, ganancia de pescadores”.