Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 15 de octubre de 2015 (GT).- Para muchos bajacalifornianos, y en especial para los tijuanenses, fue una sorpresa mayúscula, el que el Presidente del CEN del PRI, el sonorense Manlio Fabio Beltrones, haya integrado a un tijuanense, a su equipo de colaboradores cercanos.
Nadie imaginaba, y quizás hasta llegaron a pensar que se trataba de una confusión o equivocación, que el Lic. Gerardo Herrera Zavala, Consejero Jurídico del XXI Ayuntamiento de Tijuana, que encabeza el Dr. Jorge Astiazarán Orcí, figurara como Secretario Jurídico del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Como era de esperarse, de inmediato surgieron las especulaciones.
Acostumbrados, a que en el sistema político mexicano, este tipo de designaciones se hacen por la vía del compadrazgo, o por trayectoria política, más que por capacidad.
En el caso de Herrera Zavala, hace su debut, en el terreno político, al surgir en la campaña del Dr. Jorge Astiazarán, como candidato a Alcalde de Tijuana, como responsable de los asuntos jurídicos.
Era lógico, que al iniciar la administración del XXI Ayuntamiento, Astiazarán lo designara como Consejero Jurídico.
En estos casi dos años, en funciones, Herrera Zavala se condujo con suma seriedad. Discreto. Dedicado, exclusivamente, a las tareas jurídicas del gobierno municipal.
En el terreno político, no se le conocen nexos con las corrientes que tienen dividido al priísmo bajacaliforniano. Nadie lo puede acusar de ser castrotrentista o hankista, por aquello de que se considera que son las que manejan la política local, y que cualquiera que tenga aspiraciones a algo, lo debe intentar a través de Fernando Castro Trenti o de Jorge Hank Rhon.
Al no poderlo relacionar, políticamente hablando, con ninguno de los dos Jorges, muchos se preguntan : ¿Quien es el padrino, que lo llevó al CEN del PRI?
Empezaron por observar, que la familia Astiazarán, del alcalde tijuanense, tiene enorme arraigo en el Estado de Sonora, de donde es oriundo el dirigente nacional del PRI. Supusieron que de las relaciones de dicha familia, con el exgobernador de Sonora, vino la recomendación. Como dicen los niños, cuando juegan a las adivinanzas : frio, frio. No es por ahí.
También se pensó, que fue un logro personal del Alcalde Astiazarán, al incrustrar a uno de sus cercanos colaboradores en el CEN del PRI. Tampoco es por ahí.
Deben saber, que el primer sorprendido por la noticia de la designación, lo fue el propio Alcalde, cuando su Consejero Jurídico le hizo saber de la invitación que había recibido, para tal efecto.
Sin embargo, también deben saber, que la estrecha relación entre ambos personajes, generaba celos, entre otros de los cercanos colaboradores del Alcalde. Hubo quienes daban cualquier cosa, por romper esa relación y que Astiazarán designara a uno de sus compas, más político, pero a la vez más fácil de manejar o influenciar.
Si antes de esto, pocos lo aceptaban en sus relaciones, sobre todo de carácter político, luego de la designación, todos, sin exclusión alguna, juran que es uno de sus amigos predilectos.
Y es que, como dicen, el interés tiene pies. Creen, erróneamente, que el Secretario Jurídico del CEN del PRI, puede abrirles la puerta de la oficina de Manlio Fabio, a la hora del reparto de las candidaturas para los comicios del 2016.
Se equivocan, rotundamente, porque las funciones de Herrera Zavala, son estrictamente profesionales, en el terreno jurídico. No tiene en su agenda, la posibilidad de andar haciendo recomendaciones, a favor de nadie.
Y si les queda la duda o inquietud, de cómo le hizo para llegar a tal posición, o, dicho en otras palabras : ¿Quién es su padrino?, deben saber que no hay tal.
Gerardo está plenamente identificado, desde hace muchos años, desde su etapa de estudiante de la Licenciatura en Derecho, así como en el ejercicio de dichas profesión, con personajes sumamente cercanos y de toda la confianza de Manlio Fabio.
Lo importante es que el máximo dirigente del priísmo, integra a Herrera Zavala a su equipo, no precisamente porque sea amigo de sus amigos, sino porque le reconocen su experiencia y capacidad en cuestiones legales.
Lamentablemente, todos quieren llegar a posiciones importantes, por sus relaciones políticas, aunque no tengan experiencia, ni capacidad probadas, en un área específica.
Incluso aquellos que tienen una profesión, en especial la Licenciatura en Derecho, son más políticos, que abogados. Muchos de ellos, fueron a la universidad “de noche”. No en el turno vespertino o nocturno, sino que no estudiaron nada. Fueron simplemente por el título, que en México, es como un mero status social.
Lo que queda claro, es que los tiempos cambian. Las simples recomendaciones, no bastan para lograr posiciones importantes. Se requiere capacidad y experiencia. Trabajo, mata carita.