Tijuana BC 2 de mayo(GT).- Tomando como premisa las reformas en materia de seguridad y justicia la tendencia exige básicamente una reestructuración de los cuerpos policiales el cuál expone ejes de acción contundentes en los cuales la Secretaria de Seguridad Pública Municipal y Estatal deberán procurar la tutela de los derechos humanos, de la mano con programas suficientes y eficaces para la prevención del delito; profesional y capaz en materia de intervención ante un posible hecho o comisión de delito, mencionó Álvaro González.
“A diferencia de otros años con la entrada en vigor del nuevo sistema de justicia penal, penitenciaria y derechos humanos, establecidos por nuestra Carta Magna y aplicables para todas las autoridades del país en el ámbito de sus competencias, respecto a este tema hoy más que nunca existe una mayor necesidad de profesionalizar las instituciones de seguridad pública con base en las reformas de referencia, por lo que se convierten en un factor preponderante para el sano desarrollo del cambio radical en materia de justicia y seguridad pública”, expresó el abogado penalista y doctor en derecho.
Indicó que no obstante la finalidad policiaca descansa en ser el instrumento para conservar la seguridad de un país, estado o municipio con frecuencia se observa que es ahí donde existe el problema principal.
“Es de suma importancia tener conocimiento como ente público-democrático de dónde estamos y hacia donde nos dirigimos en el ámbito del derecho, de los retos y sobretodo de la adecuación del sistema anterior al nuevo; con frecuencia se observa que ni las corporaciones policiacas, ni el propio gobierno han sabido adecuar lo anterior, motivo por el que se ha propiciado un distanciamiento entre la policía y la ciudadanía, ocasionando que sus instrumentos jurídicos de prevención del delito y combate al crimen sean obsoletos” señaló.
Álvaro González, dijo que en ese contexto, y acorde a las campañas políticas tanto de alcalde como diputados locales se deberán ofrecer nuevas políticas públicas, afines a las materias respectivas.
Permitiendo así que la fortaleza de la policía se centre en su capital humano, siendo profesionales de la seguridad al servicio de la sociedad, que previenen y combaten al delito con sistemas, métodos y procedimientos con estándares internacionales, con el único objetivo de salvaguardar los derechos humanos.