Por : Gilberto LAVENANT
La fiesta, por el cumpleaños del diputado priísta, René Mendívil, este viernes, es la “comidilla” entre muchos políticos. En principio, la consideran como un “acto anticipado de campaña”, o un mero simulacro para su presunto destape como candidato a alcalde de Tijuana, en los comicios del 2016.
Lo que pocos saben, es que hubo de sorpresas a sorpresas.
Aunque hay quienes afirman que el cumpleañero no sabía que le preparaban el evento, o sea que fue una sorpresa, la verdadera sorpresa para el legislador priísta, fue que se le apareciera ahí el Embajador de México en Argentina, Fernando Castro Trenti, de quien se ha rumorado que esta distanciado. Como dicen : “se le apareció el diablo”.
Sin embargo, hay quienes no consideraron eso como una mera sorpresa, sino más bien como una trampa. Y explican el por qué.
En su afán por lograr la candidatura priísta a la alcaldía de Tijuana, en el 2016, René ha negociado, no solamente con kikistas, sino incluso con hankistas.
Algunos calificaron como una proeza, otros como una aberración, el hecho de que –seguramente contra los deseos o sin la anuencia de su exjefe político y cabeza del castrotrentismo- René se metió hasta las caballerizas del Grupo Caliente.
Para lograr que le abrieran la puerta, aseguró que una cosa era él y otra, muy distinta, Fernando. Hecha la precisión, empezaron a hablar de negociaciones y futurismo político.
Los hankistas, pensando que René decía la verdad, cuando les aseguraba que ya no vivía bajo la sombra de Castro Trenti, casi le vestían la camiseta de los Xolos.
Por eso, René no tuvo empacho –así dicen- para aceptar respaldar a los hankistas Andrés Garza Chávez y Carlos Jiménez, para que se perpetuaran en el cargo de Consejeros de la Judicatura del Poder Judicial del Estado. Y estos lo hubieran logrado, de no haber sido tan burda la treta.
Así es que, si los hankistas ya eran sus amigos, como tales los invitó a que lo acompañaran en su fiesta de cumpleaños. Y claro, estos, ante la ausencia de Castro Trenti, no vieron inconveniente en acompañarlo. Hubo quienes hasta le compraron “pelotas y carritos”, para llevarlos de regalos.
Cuentan, que el primero de los hankistas en llegar al festejo –inquieto que es- fue Carlos Barboza. Estaban a punto de llegar el resto, encabezados por Mario Madrigal, principal operador de Hank Rhon, cuando de pronto se aparece Fernando, el Embajador de México en Argentina. Y ahí se rompió el “encanto”.
De inmediato se dio el aviso al “bunker” hankista y la fiesta se “aguadó”. Suspendieron el traslado y a su vez, Barboza se retiró del evento. Recordó que cuando buscó la dirigencia estatal del PRI, el funcionario diplomático, le echó bronca.
Seguro pensó que si se lo topaba, “saldrían chispas”.
Y, lo peor, sabía que su jefe Hank Rhon, le daría un buen “jalón de orejas”, por participar en un evento, en donde se encontraba el dirigente del castrotrentismo.
Para los hankistas, la presencia de “el diablo”, más que una sorpresa, fue una trampa, una trampa política, fraguada por Mendívil, para dar la apariencia de que, gracias a sus habilidades personales, había logrado el milagro de unir a castrotrentistas y hankistas.
Mínimo, para dar la impresión de que tenía el respaldo de ambas corrientes priístas, para lograr la candidatura a la alcaldía de Tijuana en el 2016.
El problema es que, al sentirse engañados, por considerar que la presencia de Castro Trenti, evidencia que Mendívil sigue bajo la tutoría de Fernando y por lo tanto sigue siendo castrotrentista. Y así, no pueden tener tratos con él.
En apariencia, la “fiesta” había sido todo un éxito. Al final, fue un rortundo fracaso. Aunque a algunos, como dicen : “lo bailao, no se los quitan”.
Los supuestos amigos del cumpleañero, abarrotaron el lugar del festejo. Llegaron de toda la entidad. Los únicos que se abstuvieron de acompañarlo, fueron “sus amigos” los hankistas. Todo, por el “invitado sorpresa”.
Y ni modo, está visto que hankistas y castrotrentistas, seguirán siendo como el agua y el aceite. Bajo ciertas circunstancias, quizás juntos, pero no revueltos.
Por cierto, para nadie pasó desapercibido que tampoco asistieron funcionarios del XXI Ayuntamiento de Tijuana, que preside el Dr. Jorge Astiazarán Orcí. Como que optaron por mantenerse a distancia, para no comprar pleitos ajenos.
Dicen, que quizás el único priísta cercano a Astiazarán, fue Javier Camarena Salinas, candidato a diputado federal por el V Distrito Electoral, quien por cierto no encuentra a quien encargar la coordinación de su campaña electoral. Así es que aprovecha cualquier evento masivo, aunque sean fiestas de cumpleaños, para que lo vean.
Por su parte, el cumpleañero recibió tantos regalos, que seguramente va a poner un puesto en el mercado “sobre ruedas”, para venderlos. A ver si recupera algo de lo gastado y alcanza a juntar algo para su precampaña del 2016. Bueno, si es que los hankistas se lo permiten. Y “el diablo”, claro.
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