Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 11 de junio de 2015 (GT).- A partir del 7 de junio del 2015, luego de conocer los resultados de las elecciones intermedias, y en especial los relativos a la elección de Gobernador del Estado de Nuevo León, se ha desatado una fiebre política : la de los llamados candidatos independientes.
Hasta este año, para ser candidato a puestos de elección popular, en principio a nivel federal, quienes tuviesen aspiraciones políticas, tenían que ingresar a algún partido político. Decisión nada fácil, pues, para quienes no están familiarizados con la política, les resultaba incómodo tener que relacionarse con individuos hipócritas, convenencieros, oportunistas, traidores, codiciosos y muchos de ellos corruptos.
Nada más el recordar que los políticos son los individuos más detestados en el país, en quienes menos confianza se puede tener, representaba un enorme obstáculo, para que personas de solvencia moral, aceptaran involucrarse con ellos, porque era la única vía para alcanzar sus propósitos.
En marzo del 2013, al discutir una reforma electoral de Quintana Roo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, estableció como facultad de las legislaturas estatales, el regular las llamadas candidaturas independientes.
Entonces determinó, que para ser candidato independiente, se debe tener la aprobación de cuando menos el 2% de la población registrada en el padrón electoral y que por cada puesto de elección popular, solamente se registrara un candidato. En caso de haber más de un aspirante, que se realice un proceso previo, para que los ciudadanos decidan a quien se registra.
En febrero de 2014, se promulga la reforma electoral federal, en la que se reconoce la figura de las candidaturas independientes y se rompe el monopolio electoral, que establecía que los partidos políticos eran los únicos facultados para solicitar el registro de candidatos en un proceso electoral.
Se abrió entonces la posibilidad de que los ciudadanos, al margen de partidos políticos, pudiesen solicitar su registro como candidatos independientes, para Presidente de la República, Diputados y Senadores del Congreso de la Unión.
Por fin, se daba la posibilidad de ocupar puestos de elección popular, en principio, de nivel federal, sin necesidad de acudir a los partidos políticos, en los que, para lograr una candidatura, los requisitos eran, más que la capacidad y la trayectoria política del aspirante, el ser pariente cercano, compadre o ahijado de alguno de los directivos del partido o del Presidente de México.
Dicha reforma electoral, que establecía las candidaturas independientes, se empezó a llevar a las legislaturas estatales.
Sin embargo, las candidaturas independientes no fueron recibidas con regocijo, pues a quienes escogieran esa vía, para aspirar a puestos de elección popular, deberían cumplir con más requisitos que los que lo hicieran a través de un partido político. Y además, sin recursos.
Aún así, muchos mexicanos iniciaron el procedimiento para debutar como candidatos independientes, en estas elecciones intermedias. Y algunos lo lograron, aunque se mantenían la incertidumbre. Faltaba ver si es que podrían salir vencedores de una contienda desigual y con enorme desventaja.
Como ya se sabe, varios resultaron triunfadores. Uno de ellos, el principal, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, mejor conocido como “El bronco”, logró la máxima hazaña : obtuvo el triunfo por la gubernatura de Nuevo León, venciendo a los candidatos del PRI y del PAN.
Políticos del resto del país, al observar que sí se pueden lograr puestos de elección popular, sin depender de partido alguno, han decidido reorrer el camino de “El bronco”, para igualar esa hombrada. No hay duda alguna, se ha desatado una fiebre política, por las candidaturas independientes.
Sin embargo, a los políticos de Baja California, cabe hacerles algunas aclaraciones y precisiones. Los legisladores de esta entidad, apenas están revisando este tema. En los próximos días habrán de decidir las reglas al respecto. Es casi seguro, que en las elecciones del 2016, se estrenen las candidaturas independientes.
Lo más importante, es que deben entender, que la simple denominación de “candidato independiente”, no garantiza triunfo electoral alguno. En el proceso electoral que acaba de transcurrir, muchos candidatos presumieron ser ciudadanos y se deslindaron de los partidos que los postularon. Todos fracasaron en su intento.
No entendieron, que además de acreditar que son ajenos a los tradicionales partidos políticos, deben constar que han construido un proyecto social, a lo largo de muchos años, realizando labores de gestoría y apoyo a grupos vulnerables.
Los electores, repudian a los políticos, pero para dar su voto a un candidato ciudadano o independiente, necesita conocerlo y saber del trabajo realizado. Si hay quienes pretenden participar de manera independiente en las elecciones del 2016 y aún no han hecho nada por los bajacalifornianos, ya es tarde para empezar. Quizás para los comicios del 2018, ya hayan acumulado suficiente capital político, que les permita “solventar” sus aspiraciones.
Mientras tanto, hagan fila. Adelante están los parientes, ahijados y compadres de los jerarcas políticos. Hagan méritos y frenen las calenturas políticas por las candidaturas independientes.
gil_lavenants@hotmail.com