Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 3 de enero de 2016 (GT).-Serios dolores de cabeza ocasionará a los dirigentes de los partidos políticos la equidad de género, en los comicios del 2016.
El 3 de julio de 1955 la mujer mexicana vota por primera vez. 61 años después, no solamente podrá votar, sino que “tendrá mano” en la selección de candidatos a puestos de elección popular.
Por ley, 3 de las 5 candidaturas a alcaldes de Baja California, serán asignadas a mujeres. Les guste o no a los políticos bajacalifornianos.
La misma regla se aplicará a las cadidaturas para legisladores. De 17 distritos electorales, al menos 8 seran asignados a mujeres.
Los que andan que no se la acaban, son los hombres. Acostumbrados a acaparar el mayor número de candidaturas posibles, ahora verán suamente reducido su campo de acción.
Y no es que si quieren o no. Por ley, o sea de manera obigatoria, deberán cederel 50% de las candidaturas a favor de las mujeres.
En el 2009, cuando apenas se empezaba a hablar de equidad de género, se dió un fenómeno sumamente interesante.
“Vivillos” que son los políticos, armaron fórmulas de candidatos, poniendo a mujeres como titulares o propietarias, y a hombres, como suplentes.
En septiembre del 2009, en el inicio del primer período de sesiones de la legislatura federal, 8 mujeres que habían contendido para legisladoras, solicitaron licencia para retirarse, y sus lugares fueron ocupados por hombres. A este se le conoció como el fenómeno de las “juanitas”.
Era una simple simulación, un fraude a la ley. Ante los electores, se hizo creer que se daría oportunidad de legislar a las mujeres. Pero ni siquiera les dieron oportunidad de calentar la curul.
Los reclamos femeniles se fueron acentuando. Se hicieron cambios en las leyes electorales y hoy la equidad de género favorece a las del llamado “sexo débil”.
En especial en entidades como Baja California, pues si bien es cierto que aunque en principio se determinó que las posiciones electorales serían repartidas en un 50/50, recientemente tribunales federales emitieron el criterio de que en donde las posiciones sean número non, el mayor número sería para mujeres.
En atención a dicho criterio, de los 5 ayuntamientos de esta entidad, 3 serán para mujeres y 2 para hombres.
Al aprobarse la reforma electoral, publicada en junio pasado en el Periódico Oficial del Estado, se incluyeron disposiciones para garantizar la equidad de género.
Se decía que en atención a esto, los partidos políticos deberían postular candidatas a alcaldesas, en dos de los cinco municipios de la entidad.
En principio, se pensaba dejar los dos municipios más pequeños a las mujeres. Playas de Rosarito y Tecate.
Sin embargo los problemas empezaron a partir de que se conoció el criterio emitido por tribunales federales, en el sentido de que siendo nones el número de alcaldías, como en Baja California que son 5, 3 serán para mujeres y 2 para hombres.
Ahora está a discusión, cual de los otros 3 municipios restantes, será gobernado por una mujer. Se dice que podría ser Mexicali.
Seguramente que esto impulsará la creación del sexto municipio, en la región de San Quintín. Siendo 6 ayuntamientos, 3 serían para hombres y 3 para mujeres.
Los dirigentes de los partidos políticos están en un verdadero dilema. No pensaban que la llamada equidad de género llegaría tan lejos y que ahora se verán obligados a postular igual número de mujeres, que de hombres. Y no se habían preparado para ello.
Las mujeres están de plácemes. Habían tenido pocas oportunidades de reclamar posiciones electorales y ahora las tendrán, por ley.
Esto aplicada en la elección de legisladores, también ocasionará serios problemas. Siendo 17 los distritos electorales, 9 serán para mujeres y 8 para hombres. Les sobrarán “tiradores”, pero les faltarán candidatas.
No es que los partidos políticos no tengan el número suficiente de mujeres, para hacer una buena selección. Hay muchas, definitivamente.
El problema es que son pocas, las que podría decir que ya tienen “tablas” para contender por posiciones electorales de primer nivel.
Cuando mucho, las mujeres recibían la oportunidad de ocupar regidurías o acaso diputaciones. Pero alcaldías, nunca.
Entre los hombres, existen muchos políticos ya muy “correteados”.
El problema es que serán tantos los “tiradores” y muy pocas las posiciones en pugna. Muchas menos por las que hay que compartir con los partidos con los que establecerán alianzas.
Ahora que las cosas han cambiado y que muxchos han decidido “salir del closet”, solamente falta que surjan los políticos del “tercer sexo” y exijan respeto a sus derechos, o algunos incluso quizás decidan cambiar de sexo. Podría ser.
Esa sería la modernidad de la política. Total, dicen, si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo.