La Cuesta arriba 2016

Por : Gilberto LAVENANT

Tijuana BC 21 de diciembre de 2015 (GT).-Hasta no hace mucho, al inicio de cada año nuevo se le identificaba por la llamada “cuesta de enero”. Hoy, irremediable y lamentablemente, se le conocerá como “La cuesta arriba 2016” Y así en lo sucesivoִ

Antes, se le llamaba “La cuesta de enero”, porque los gastos decembrinos dejaban prácticamente vacios los bolsillos de los mexicanos. La “mexicana alegría”, nos llevaba a disfrutar al máximo el fin de año. Comida y bebidas en exceso. Un mes, o más, de festejos diarios. Cual si hubiera recursos en exceso.

Era difícil, empezar el año nuevo. Pagar impuestos. Las inscripciones de los niños y jóvenes en el nuevo ciclo escolar. Los incrementos de precios en los productos de la canasta básica. Ahora, esto es de todos los días.

El incremento a los nuevos salarios mínimos generales, son una vacilada. Una burla sarcástica. Y aunque digan que nadie percibe los salarios mínimos, que estos ya no cuentan en la economía mexicana, no es del todo cierto. Es una forma disfrazada de oficializar la esclavitud en México.

La mayoría de los trabajadores mexicanos, al empezar a laborar en un nuevo empleo, lo hacen percibiendo ingresos a partir del salario mínimo. A partir de ese microsalario, se les sujeta a pésimos servicios de salud pública y un estado de pensiones, ridículo.

Eso ocasiona que cada día, sea mayor el número de mexicanos viviendo en la economía informal o definitivamente, al margen de la ley.

Tratando de parecer generosos y solidarios con los grupos sociales más vulnerables, los políticos autorizan millones para programas sociales, que implican el reparto de despensas, cobijas o limosnas, disfrazadas de pensiones o ayudas, pero que no pasan de ser simples limosnas.

En lugar de incentivar la creación de fuentes de trabajo. En lugar de descargar la economía de los mexicanos. Reduciendo el cobro de impuestos a los que menos ingresos perciben.

Hace unos meses, la actual Legislatura Estatal, aprobó la iniciativa del gobernador panista, Kiko Vega, que eliminaba a posibilidad de ratificar la celebración de contratos de compra-venta de bienes inmuebles, directamente ante el Registro Público de la Propiedad. Ahora, gracias al señor que dice que hace “lo que la gente manda”, cualquier enajenación se tiene que hacer directamente ante Notario Público.

Hasta hace poco, existía el testamento ológrafo. Este eras un escrito que las personas redactaban, con su puño y letra, lo depositaban ante el Registrador Público de la Propiedad y esa era la última disposición testamentaria. Hoy, eso no existe. Invariablemente hay que acudir a un Notario Público.

Esa fue una especie de arreglo, para apoyar la “raquítica” economía de los fedatarios públicos, a fin de que permitieran al gobernador, libremente otorgar patentes de Notario Público, a sus amigotes. Aunque ahora se trate de hacer aparecer, como que eso generó un conflicto entre ambas partes.

Actos estos, que afectaron directamente la economía de quienes forman parte de los grupos sociales más vulnerables, que al no tener recursos suficientes para cubrir tales trámites, transfieren a sus descendientes, problemas de inseguridad en la tenencia de la tierra y serios conflictos familiares con la inseguridad en el resto de sus patrimonios, por modestos que sean estos.

Así mismo, la falta de empleos bien pagados, que les permitan cumplir con las expectativas que señala la Constitución Mexicana, muchas familias tratan de garantizar su sustento diario, creando microempresas que instalan en las puertas de sus viviendas.

En una modesta mesa o tabla, instalan comedores, expendios de tortas o tiendas de abarrotes. Pero los políticos, en lugar de darles facilidades para ello, les sancionan, pese a ser actividades lícitas, bajo el simple argumento de que no les pueden otorgar cambios de uso de suelo, cuando la vivienda forma parte de conjuntos residenciales o privadas. No les otorgan servicios públicos municipales, como recolección de basura, limpia, vigilancia y seguridad pública, pero no les permiten tratar de obtener el sustento diario.

Con tales actitudes, obligan a esas personas a delinquir y estar a expensas de policías corruptos o supuestos inspectores de reglamentos.

Todo eso, hace aún más difícil la vida de muchos mexicanos, que no cuentan con un empleo formal, que les permitan lograr el sustento diario de la familia.

Esto da lugar a marcados contrastes sociales. Por una parte, se realizan o desarrollan programas de combate a la pobreza, pero se condena a vivir pobres, a quienes están dispuestos a luchar para mitigar el hambre.

Las voces oficiales se quejan del incremento de los índices de delincuencia, pero obligan a los pobres a delinquir, para cubrir las necesidades básicas de la familia

Definitivamente, ya es anacrónico y obsoleto el modelo económico prevaleciente en México, que cada día hace más pobres a los pobres y ricos a los ricos.

En esas condiciones, serִ difícil remontar la cuesta de cada año.

En esas condiciones, costará mucho la cuesta del 2016.

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