Tijuana, B. C., 20 de noviembre de 2016 (GT).- La decisión del alcalde Jorge Astiazarán Orcí de no inaugurar en su gobierno la ruta troncal del Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT) aviva la posibilidad de que los camiones usen gas natural comprimido, lo que ayudaría a reducir el carbono negro, causante del 16 por ciento del calentamiento global.
Así lo destacó José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), quien aplaudió la sensibilidad y prudencia del presidente municipal tras anunciar que no inaugurará la ruta troncal, lo que deja en manos de la próxima administración la posibilidad de comprar camiones a gas natural y alinear a Tijuana con San Diego, ciudad que ya usa este combustible y con la que compartimos el mismo aire.
“La próxima administración debería utilizar la flotilla de la ruta troncal como detonador para que los 10 mil vehículos del transporte público, sean taxis, calafias o camiones, migren a un combustible más limpio, más cuando en los carros de uso intensivo la recuperación del costo de la conversión se logra en un lapso de solo seis u ocho meses”, consideró.
El director del CIGA agregó que los vehículos convertidos a gas natural no necesitan hacer verificación ambiental vehicular, lo cual no es cosa menor, dado que esto también disminuye sus costos de operación a los transportistas, quienes hoy están obligados a dos verificaciones cada año.
“Decisiones como las del alcalde Jorge Astiazarán en el tema del SITT, primero mostrando determinación para no frenar la modernización del transporte pese a las presiones y ahora permitiendo que sea el siguiente gobierno quien inaugure la ruta troncal, son la vía para que acabe el descrédito de la política y los políticos de poca sensibilidad y visión de corto plazo, ahora el próximo alcalde debe estar a la altura de las circunstancias”, opinó.
Zavala Álvarez explicó que el gas natural no solo es más limpio, sino también más económico, así que aumenta la rentabilidad del transporte y baja presión sobre la tarifa, manteniendo una misma tarifa por más tiempo, lo que beneficia a la población, más aún ante el constante aumento y la próxima liberación de precios de gasolina y diesel.
“El SITT ya tiene la simpatía del próximo gobierno, que seguro hará ajustes, espero que sean para mejorar, porque tener la certeza de que habrá modernización del transporte es una buena señal y significa un uso eficiente del recurso público, evitando que se repita el despilfarro de años atrás, cuando se abandonaron las obras iniciadas, en un insultante desperdicio por la falta de continuidad y visión de largo plazo”, enfatizó.
Reiteró que Tijuana debe alinearse a San Diego en el uso de gas natural en transporte, más luego de que el jueves pasado en Marrakech, Marruecos, durante la vigesimosegunda Conferencia de las Partes (COP 22) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, México se comprometió a reducir el carbono negro entre un 50 y 70 por ciento para el año 2030.
“El carbono negro es el hollín producto de usar diesel y tiene un efecto terrible sobre el calentamiento global, por lo que Tijuana debe ser congruente, no se puede hablar de modernización del transporte público si se propone usar diesel, porque la modernización implica un transporte limpio y saludable, más cuando México espera reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad en 2050 respecto del año 2000”, remarcó.
Según el análisis científico “El carbono negro y el calentamiento global:
impacto de los combustibles comunes”, elaborado por la empresa Atlantic Consulting, en 2007 las estimaciones del investigador Mark Z. Jacobson, investigador de la Universidad de Stanford, el carbono negro es responsable del 16 por ciento del calentamiento global, siendo el segundo mayor contaminante atmosférico después del dióxido de carbono (CO2).
El carbono negro resulta de la combustión incompleta o ineficiente generada por diversas fuentes, como el transporte, la biomasa y las industrias del sector energético; genera partículas de distintos tamaños que contribuyen a una mala calidad del aire y que impactan a la salud pública, pues solo en Europa, según datos de la Comisión Europea, provoca unas 600 mil muertes al año, muchas más que las causas por accidentes de tránsito.
Es importante, finalizó José Carmelo Zavala, seguir avanzando en la profesionalización de la administración pública, ciertamente con liderazgos legítimos producto de elecciones creíbles, pero también soportados por áreas de expertos y una planeación de largo plazo, porque solo construyendo una comunidad sustentable tendremos una ciudad con el aire saludable que merecemos.