Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 1 de diciembre de 2015(GT).-Tremendo “resbalón” se dió el dirigente estatal del PRI, Chris López Alvarado. Tratando de parecer consciente y solidario con las clases populares, advirtió que el partido tricolor no permitirá ningún tipo de incremento en los impuestos locales o que los gobiernos de Baja california pretendan aumentar sus deudas.
El populismo no se le dá. Definitivamente. Con su postura, se lleva “entre las patas” –así se dice, cuando se opina o hace algo, atropelladamente- el Programa de Emergencia para la Prestación Sustentable y Efectiva del Alumbrado Público del XXI Ayuntamiento de Tijuana, que se pretende financiar con incrementos al Impuesto al Alumbrado Público.
Tijuana se está convirtiendo en una de las ciudades más inseguras del país. Básicamente, por la explosión demográfica, debido a la constante corriente migratoria, proveniente de las demás entidades federativas, reflejándose en aumento de desempleo, asentamientos irregulares en la periferia, mayor problemática social.
La insuficiente e ineficiente vigilancia policiaca y un sistema de alumbrado público deficiente. De un universo de 67,000 luminarias en toda la ciudad, el 20% están apagadas, un 46.6% proporcionan una pobre iluminancia y serios problemas de mantenimiento, el 30% están en regular estado, pero con tecnología de aditivos metálicos. Solamente un 3.4 %, o sea 2,300, son de tecnología LED.
El mantenimiento del alumbrado, es sumamente costoso, y dado lo obsoleto del equipo, cada día crece el número de las luminarias fuera de servicio.
Se dice que el 40% de los delitos que se registran, se localizan en zonas donde el sistema de alumbrado público es deficiente o inexistente.
Como la opción más viable, para atender esta problemática, el XXI Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por el Dr. Jorge Astiazarán Orcí, propuso un programa especial, ya aprobado por el cabildo.
Se pretende instalar 73 mil luminarias con tecnología LED, para cuyo financiamiento se plantea incrementar 6 pesos mensuales, a cada usuario de energía eléctrica, en el Impuesto al Alumbrado Público.
El incremento está contemplado en la Ley de Ingresos 2016, ya enviada a la Legislatura Estatal para su análisis y aprobación.
Aunque el incremento es mínimo, casi simbólico, varios actores políticos, aprovechando el proceso electoral, se han pronunciado en contra.
Se niegan a reconocer que la oscuridad tiene un costo mayor. Cuesta, vidas humanas, agresiones, asaltos, robos a casas habitación.
Eso se entiende, por parte de los políticos que pretenden apuntalar su pobre trayectoria política, asumiendo el papel de defensores de las clases populares.
No se sabe qué responderán, cuando en campaña reciban reclamos y denuncias de los electores, por la creciente ola de violencia, por la nula iluminación y la deficiente vigilancia policiaca.
El alcalde de Tijuana, Jorge Astiazarán, es priísta. Se supone que recibiría apoyo unánime de parte de las dirigencias del PRI, lo mismo que de los legisladores locales, para realizar su proyecto emergente para renovar el sistema de alumbrado público.
Sobre todo, porque la vía de financiamiento, es el incremento de tan solo 6 pesos mensuales en el Impuesto al Alumbrado Público.
Pero Chris López, sin conocer el tema, sino simplemente para aparecer como solidario con las clases populares, advierte que el PRI no permitirá ninguna clase de incremento a impuestos. Con todo respeto “como el burro que tocó la flauta”.
Prácticamente, con tales declaraciones, está dando la consigna a los legisladores priístas y a sus aliados, para que rechacen la propuesta de Astiazarán, que implica aumentar 6 pesos mensuales en el Impuesto al Alumbrado Público.
Esto se llevaría a cabo en el 2016. Por eso el incremento en la Ley de Ingresos de dicho período fiscal.
De rechazarse el incremento, se tendría que intentar en el 2017 o quizás hasta el 2018. Mientras tanto, se reducirá aún más la capacidad de iluminación del sistema de alumbrado público. Y el índice delictivo se incrementará.
“Gracias” a Chris López. Quien adopta posturas populistas y demagógicas, que en este tema concreto resultarán contraproducentes.
Se trata de un incremento de 6 pesos mensuales, en el Impuesto al Alumbrado Público.
Esa misma postura “defensora de las clases populares”, debió adoptar, cuando se propuso la homologación del IVA, que implicó elevar del 11% al 16% la tasa del IVA en las ciudades fronterizas.
Antes de abrir la boca, debió interesarse en conocer el tema. Preguntar cuales son las condiciones en que se encuentra el sistema de alumbrado público y cuáles son los niveles delictivos, precisamente por falta de iluminación. Como dicen, “ya enseñó el cobre”.