Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 3 de diciembre de 2015(GT).-El populismo electorero, echó abajo el llamado Programa de Emergencia Para la Prestación Sustentable y Efectiva del Alumbrado Público, propuesto por el Alcalde Jorge Astiazarán Orcí.
Los integrantes de la Legislatura Estatal, levantaron un muro, dizque en defensa de los ciudadanos tijuanenses, para que no se les aumente el Impuesto al Alumbrado Púbico, con el que se pretende financiar dicho proyecto.
A cada usuario doméstico de energía eléctrica, se le cobran 8.00 pesos mensuales de Impuesto al Alumbrado Público. La propuesta, para financiar la reposición de 67 mil luminarias, sería incrementar 6.58 pesos, lo que sumaría un total de 14.58 pesos mensuales. El costo de un kilo de tortillas.
Los señores legisladores, de todos los partidos políticos, ostentándose como defensores de los tijuanenses, se pronunciaron en contra de ese incremento, equivalente a 2 centavos diarios.
Dicho en otras palabras, la defensa fue en contra de la palabra “incremento”, aunque irónica y lamentablemente, los condenaron a enfrentar el incremento de la inseguridad pública, que implica asesinatos, asaltos, robos a casa habitación, robos de vehículos y mayor delincuencia en general.
De 67 mil luminarias, existentes en toda la ciudad, el 20% están apagadas; un 46.6 % proporcionan una pobre iluminancia y serios problemas de mantenimiento; un 30% están en regular estado, pero con tecnología de aditivos metálicos, lo que provoca que con los cambios de voltaje, la vida útil de las mismas se reduzca considerablemente, con el consecuente problema de mantenimiento. Solamente un 3.4 %, o sea, 2,300 son de tecnología LED, que si tiene la capacidad de soportar cambios bruscos de voltaje.
El problema es complejo y su mantenimiento es costoso. El costo de reparaciones, en un período de 10 años, será de 532 millones de pesos. Costo que cubre la ciudadanía, a través de impuestos y derechos.
La reparación del 20 % de las luminarias, que están apagadas, tiene un costo de 13.6 millones de pesos, que también deben pagar los tijuanenses, vía impuestos y derechos.
El consumo de energía eléctrica, que paga el gobierno municipal, respecto al sistema de alumbrado público, es de más de 113 millones de pesos anuales. A 10 años, 1 mil 130 millones de pesos, que también habrán de pagar los tijuanenses.
Nada es gratis. Todo cuesta. Pero el sistema de alumbrado público, por pésimo y obsoleto, es mucho más caro. Modernizarlo, permitiría al Ayuntamiento ahorrar unos mil millones de pesos en 10 años. Información esta que se puede verificar, por los profesionales de la materia.
Pero eso quedó en una mera expectativa. Implicaba, para cada usuario de servicio eléctrico doméstico, pagar mensualmente 6 pesos más, agregados a los 8 pesos que paga actualmente.
“Felicidades” a los diputados, que salvaron a los tijuanenses de pagar esos 6 pesos adicionales, hecho este que implica una traición a la ciudadanía, porque se perpetuará y acentuará la oscuridad, lo que se traducirá en más asesinatos y mayor delincuencia.
¿Qué actitud asumirán, los candidatos en campaña, para los comicios del 2016, cuando reciban reclamos por la inseguridad pública, debido a la falta de iluminación? ¿Tendrán la honestidad de confesar, que eso fue “gracias” a la férrea “defensa” de sus legisladores, que se opusieron al programa de mejoramiento del sistema de alumbrado público, porque implicaba un incremento de 6 pesos mensuales en el Impuesto al Alumbrado Público ?
La mayoría de los compañeros de partido, de esos políticos, en el Congreso de la Unión, votaron a favor de la homologación del IVA, que implicó elevar la tasa del 11% al 16%, en prácticamente todos los productos y servicios. No solamente 6 pesos mensuales.
¿Acaso, con oponerse al incremento de 6 pesos mensuales, pretenden hacer constar que están arrepentidos, por la actitud asumida ante la propuesta de aumentar el IVA y ahora tratan de reivindicarse? Mero populismo electorero.
Tengan por seguro, que en campaña, hacia los comicios del 2016, van a presumir que “gracias” a ellos, no tuvieron que pagar 6 pesos más en el Impuesto al Alumbrado Público.
Pero, entonces, alguien les deberá observar, y restregar en la cara, que “gracias” a ellos, se acentuó la oscuridad y se incrementó la delincuencia. Con esos “amigos”, para que quieren enemigos.
Seguramente, el gobierno de Tijuana, tratará de mejorar, con sus recursos directos, el sistema de alumbrado público. Pero será insuficiente. Casi como querer aliviar o curar un mal crónico, a base de mejoralitos y curitas.
Al menos en el 2016, el tercero y último año de gestión del XX Ayuntamiento, encabezado por el Dr. Jorge Astiazarán Orcí, será poco lo que se haga al respecto.
Quien le suceda en el cargo, difícilmente se arriesgará a intentar revivir este proyecto. Cuando menos, no en el primer año, o sea en el 2017. Se la pasará meditando : “lo haré, no lo haré; lo haré, no lo haré”.
Tan malos son los populistas y demagogos, como los corruptos.