Por Francisco Ruiz
Tijuana, B. C., 16 de marzo de 2018 (GT).- En diversas ocasiones, Andrés Manuel López Obrador ha declarado su notoria admiración por la figura de Benito Juárez. Algo que resulta evidente, luego de escuchar sus declaraciones, es que Andrés Manuel se visualiza a sí mismo como el legítimo heredero del oaxaqueño; claro está que Obrador idolatra al personaje creado, no al ser humano.
El tres veces candidato presidencial, se presume apasionado de la Historia, por supuesto que de aquella que Porfirio Díaz encargó a las “finas plumas”, diseñadores y artistas, para que se aseguraran de divinizar al Benemérito de las Américas. Curioso, ¿no? por un lado, el tabasqueño minimiza los errores de Juárez, mientras condena a Díaz, autor de esa leyenda. Es decir, los califica con su criterio “perfecto”, léase absolutista.
Con el devenir del tiempo, ambos oaxaqueños han sido entronizados como héroe y villano, acentuando las glorias del primero y censurando las del segundo. A pesar de lo que diga el ex Presidente Legítimo de México, la realidad indica que ambos fueron humanos, oaxaqueños, masones y obstinados.
Nombro a dichos personajes, para referirme a la incongruencia de López Obrador, a quien traicionó su propio subconsciente cuando declaró: “…Si hay fraude entonces sí se soltará el tigre y no voy a detenerlo…”. Sin embargo, debo reconocer que AMLO es muy precavido pues él ya sembró la posibilidad de un “fraude”, por si acaso las tendencias no le favorecen. El incongruente juicio de López acusa a don Porfirio pero a su vez lo emula.
Luego de presentar su renuncia, Porfirio se embarcó hacia Europa. Desde su exilio, mientras escuchaba noticias provenientes de México, Díaz replicó a uno de sus interlocutores: “Madero ha soltado al tigre, haber si puede domarlo”, en alusión al disminuido liderazgo y cuestionable capacidad de negociación de don Panchito Madero.
Más de un siglo después, AMLO evidenció su limitada naturaleza al advertir que de no ganar, no se hará responsable de las consecuencias que pudieran ocurrir. Por lo que, el Sr. López (sin alusión al documental que dirigió Luis Mandoki en apoyo al morenista), no responde chipote con sangre, sea chico, sea grande.
Como conocedor de la historia que se dice, el fundador de MORENA debe comprender tres cosas: él es un Benito Juárez moderno; las instituciones, muy a su pesar, fueron creadas por Plutarco Elías Calles logrando encausar y fortalecer al Estado mexicano del que gozamos; y, por último, el caudillismo que Andrés Manuel representa, ocupa su justo lugar en el pasado pero es altamente perjudicial resucitarlo.
Hablando de Juárez pero en otro orden de ideas, considero apropiado reconocer la admirable labor que el maestro Mario Ortiz Villacorta Lacave ha desempeñado desde hace años, al encabezar la organización de los concursos de oratoria “Cárdenas y Juárez. Ejemplos para la juventud actual”. Mediante los cuales, además de homenajear al Héroe de la Reforma, promueven la formación académica, así como ha fortalecido el carácter de muchas generaciones.
Post Scriptum.- “Un buen gobierno solamente puede existir cuando hay buenos ciudadanos”, Francisco I. Madero.