Madrid 1 de abril de 2016 (LaVanguardia).- Nubarrones sobre la evolución futura de la economía en España.
El Banco de España acaba de rebajar en una décima su previsión de crecimiento del PIB para este año del 2,8% al 2,7% y estima en un 2,3% el crecimiento para el 2017.
El banco alerta también de, entre otros riesgos, de “las dudas” sobre el impacto negativo que puedan tener las futuras políticas económicas, sobre todo si “la actual situación de incertidumbre se prolongase”.
En cuanto al déficit público, la perspectiva no es ni mucho menos mejor.
En base a los presupuestos y datos actuales, prevé que cierre el año en el4,4% del PIB, lo que supone una desviación de 1,6 puntos porcentuales sobre el objetivo del 2,8% pactado con Bruselas.
El último boletín económico del Banco de España, publicado este viernes, señala que la expansión de los dos próximos años estará apoyada en la continuidad de unos precios del petróleo reducidos (actualmente se encuentran por debajo de los 40 dólares por barril), el tono expansivo de lapolítica monetaria del Banco Central Europeo, la recuperación de los mercados de exportación y un comportamiento favorable del mercado de trabajo.
El Banco de España espera que uno de los motores del crecimiento siga siendo la demanda nacional, aunque matiza que se producirá “una cierta moderación”.
En todo caso, el consumo de los hogares mantendría un “ritmo de avance elevado”, impulsado por al esperada “buena evolución del empleo” y, a corto plazo, por las recientes caídas del precio del petróleo
El análisis macroeconómico de la entidad que comanda Luis María Linde reseña también que, como habían previsto, en los tres primeros meses del año “ya se habría producido una desaceleración de la actividad económica”, al aumentar el PIB un 0,7% frente al 0,8% de octubre a diciembre del 2015.
Ante la incertidumbre sobre la formación de un nuevo Gobierno, el servicio de estudios del órgano supervisor llama a reducir su “incidencia”, dando prioridad tanto a la consolidación fiscal -“esencial para mantener la confianza”- como a “perseverar en la aplicación de las reformas estructurales que reduzcan las vulnerabilidades de la economía española”.
Además, rebaja en ocho décimas la previsión de IPC para este año. El Banco de España prevé que los precios bajen un 0,1% de media este año y, de no producirse nuevas “perturbaciones”, confía en que empiecen a repuntar en el segundo semestre hasta alcanzar una tasa media del 1,6% en el 2017.
En cuanto a la tasa de desempleo, estaría “ligeramente” por encima del 18% a finales del 2017, favorecida por un incremento “muy modesto” de la población activa.