Tijuana, B. C., 4 de diciembre de 2016 (GT).- La modernización del transporte público no solo implica camiones nuevos, sino cambiar el diesel por un combustible limpio como el gas natural y cuidar así la salud de la población, porque en 2010 las pérdidas de productividad y gastos en salud en Tijuana sumaron 3 veces más de lo que gastó el IMSS en medicinas en Baja California.
Así lo recalcó José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), quien reconoció al nuevo alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro, su intención manifestada de dar continuidad al Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT) y lo invitó a que se compren camiones que usen gas natural comprimido.
“El nuevo gobierno tiene la oportunidad de mostrar su compromiso con la ciudad y la salud de los tijuanenses, no puede optar por camiones que sigan usando diesel, hay que empujar a que sea no solo la flotilla nueva a gas natural, sino que se contabilice el efecto de cascada que esto tendrá en el resto del transporte público y los beneficios en la salud”, dijo.
Tijuana, añadió, debe debe aprender la experiencia de las metrópolis del mundo, hoy se tiene una oportunidad crucial para el futuro de la ciudad en materia de movilidad y salud, un proyecto interrumpido por el cambio de administración que necesita continuidad y mejoras, una de ellas es entender que modernizar el transporte es también usar combustible limpio.
“El Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) tiene indicadores de las pérdidas económicas por días perdidos por salud y el INEGI acaba de calcular en 5 por ciento del Producto Interno Bruto el impacto ambiental, ese es el pasivo ambiental, la riqueza que estamos perdiendo”, enfatizó.
Afirmó que según datos del IMCO, en el 2010 Tijuana registró 117 millones 413 mil 392 pesos en pérdidas de productividad, así como 24 millones 405 mil 788 pesos por gastos en salud, que sumados dan un total de 141 millones 819 mil 180 pesos, tres veces más de lo que ese año gastó el IMSS en medicinas en Baja California.
Zavala Álvarez precisó que lo anterior deja claro que la contaminación del aire en las ciudades reduce la calidad de vida al aumentar los gastos en salud, las caídas en productividad y las muertes, de modo que para que una ciudad sea competitiva es vital que mejore su calidad de aire.
Alertó que según la OMS en México murieron 38 mil personas entre 2001 y 2005 por afecciones relacionadas a la contaminación atmosférica, como cáncer de pulmón, enfermedades cardiopulmonares e infecciones respiratorias, mientras que en 2010 murieron 14 mil 734 mexicanos por padecimientos asociados a las altas concentraciones de partículas en el aire.
Comentó que la semana pasada se realizó en la Ciudad de México la “Cumbre de Alcaldes C40”, en que resultaron metas como lograr ciudades con cero emisiones y el compromiso concreto de capitales como la Ciudad de México, París y Madrid de mejorar la calidad del aire, lo que incluye prohibir en 2025 el uso del diesel en estas tres metrópolis.
“En esa reunión se acordó sacar a los vehículos de diesel de la mancha urbana; nosotros en Tijuana no podemos sumar más vehículos de ese tipo si tenemos la oportunidad de comprar camiones a gas natural, porque el diesel contribuye a generar el carbono negro, causante del 16 por ciento del calentamiento global”, reiteró.
Opinó que Los Ángeles, San Diego, Tijuana, conforman una sola mancha urbana y al ser binacional hay diferencias de políticas y regulaciones que son más difíciles de armonizar, pero también existe la oportunidad de diferenciar qué políticas son exitosas y cuáles no, de modo que no es necesario discutir: el transporte público en San Diego usa gas natural y nosotros estamos en la misma cuenca aérea.
“El aire sano es un derecho, no los carros, un ambiente sano sí está en la Constitución mexicana, los carros son un privilegio y se volvieron como el colesterol en el cuerpo humano, los carros atrofian la fluidez en las arterias de la ciudad y no vas a acabar el problema del tráfico con más calles, es como querer combatir la obesidad comprando talla de ropa más grande, aflojando el cinturón”, finalizó.