Tijuana BC 23 de junio de 2015 (GT).- Durante las campañas, relativas al proceso electoral que está por concluir, luego de un letargo de 12 años, durante los cuales hicieron como que no se percataron de nada, los panistas, en especial los candidatos a diputados federales, aparentando o simulando ser muy valientes, presumieron estar dispuestos a combatir los principales problemas sociales, como la corrupción y la inseguridad pública.
Incluso, alentaron a la ciudadanía en general, para beneficiarse con el voto de los mexicanos pobres, así como los de clases media y media baja, haciéndoles creer que está en manos de los políticos, aumentar los salarios que perciben los ciudadanos comunes y corrientes.
A cada planteamiento, como campaña comercial, agregaban la cantaleta aquella de : ¿Quién dijo que no se puede? !Claro que si se puede! ¿Quién dijo que no?
Pues resulta, que las cosas no les salieron como pensaban. Los panistas, tenían la idea, y la percepción, de que el Presidente Enrique Peña Nieto, y su partido el PRI, estaban a punto del despeñadero. En especial en las zonas fronterizas, como Baja Califoria, por los efectos nocivos de la reforma fiscal.
Por ello, en su oferta política, contemplaban el dar marcha atrás a la reforma fiscal, para regresar el IVA al 11%, y con énfasis especial, el subir el monto de los salarios. Sobre la cuestión salarial pretendieron realizar una encuesta nacional, durante los comicios, pero no se los permitió el Instituto Nacional Electoral.
Total, como diría Felipe Calderón, “haiga sido, como haiga sido”, los candidatos panistas se dedicaron a pintar de “azul celeste” al país. Para ello, supuestamente, solo requerían del voto de los mexicanos, para echar a andar el proceso que permitiría –según ellos- hacer efectivas sus propuestas.
Pero, como dicen por ahí, les quitaron la escalera y los dejaron colgados de la brocha. Obviamente, esto de manera figurada o metafórica. Sin escalera, nadie puede quedar colgado de la brocha utilizada para pintar una pared. La expresión se utiliza, para dar a entender que se trataba de una mera suposición y que, las propuestas que planteaban, no eran tan fácil de realizar.
Esto es aplicable, al menos a los legisladores federales panistas, electos. Durante los próximos tres años, ocuparán una curul en el Congreso de la Unión, supuestamente la “escalera” que necesitaban para hacer efectivas, sus propuestas.
El problema es que el PAN, se quedó corto en sus pretensiones, a tal grado que si bien es cierto que en Baja California derrotaron feamente a los candidatos priístas, ganándo las 8 diputaciones federales, a nivel nacional tuvieron un enorme retroceso y son reconocidos como los grandes perdedores. Andan “con la cola entre las patas”. En especial, el dirigente Gustavo Madero, quien solamente derrotas ha acumulado en el plano nacional.
Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, al tiempo de autodestaparse como aspirante a la candidatura panista a la Presidencia de México, dijo que los resultados obtenidos en los comicios del 7 de junio, fueron los peores de los últimos 25 años, haciendo un llamado a los panistas a realizar una profunda y seria reflexión, respecto al futuro del PAN, advirtiendo que debe acercarse a los ciudadanos o no será opción.
El dirigente panista, Gustavo Madero, no tuvo otra más que “tragar camote” y soportar las criticas por el fracaso electoral del panismo a nivel nacional. Lo más que alcanzó a decir, tratando de justificar, es que les salió caro firmar el Pacto por México.
Bien o mal, contra todos los pronósticos, el PAN no pudo desplazar al PRI en estos comicios. Y no solo eso, el panismo perdió terreno en el Congreso de la Unión, que en los próximos tres años tendrá menos curules que las que tuvo en la primera parte de la administración de Peña Nieto.
Por el contrario, el PRI ganó terreno y tendrá mayor número de diputaciones federales, que sumadas a los de sus aliados, le permitirán tener mayoría en la cámara legislativa. Ahora son los priístas, quienes repiten la proclama panista : ¿Quién dijo que no se puede? !Claro que si se puede! ¿Quién dijo que no?
En tales condiciones, salvo que logre negociar, en casos especiales, el PAN no podrá tener el suficiente número de votos que requeriría, para hacer efectivas sus trilladas propuestas. Como la supuesta intención de dar marcha atrás a la reforma fiscal, o aumentar los salarios a los trabajadores mexicanos, que categóricamente se jactaban de que si se podía.
Ahora, ¿con qué van a salir los diputados federales panistas de Baja California, cuando les reclamen la pretendida marcha atrás de la reforma fiscal? ¿O qué dirán, cuando les recuerden que ellos decían que sí se podía aumentra los salarios de los trabajadores?
Seguramente, harán lo que los respudiados diputados federales priístas, venir a la entidad de incógnitos o mejor ausentarse de Baja California durante los tres años de su gestión, para eludir o evitar reclamos.
Si son honestos, deberán reconocer que “del dicho al hecho, hay mucho trecho”, que no les salieron las cosas como pensaban, y que “los dejaron colgados de la brocha”.
Se esfumará la supuesta valentía que mostraban, cuando repetían, machaconamente, que lucharían para regresar el IVA al 11% o aumentar el salario a los trabajadores. Tendrán que “tragar camote”, cuando les repitan en su cara, aquello de : ¿Quién dijo que no se puede? !Claro que si se puede! ¿Quién dijo que no?