Tijuana, B.C., 17 de febrero de 2017 (GT).- En el marco de Foro Nacional “Retos frente a la nueva política migratoria de los Estados Unidos de América en la administración Trump” que se efectuó el pasado jueves 9 de febrero en las instalaciones de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), cinco estudiantes del Doctorado en Estudios de Migración (DEM) abordaron, mediante notas informativas, cada una de las mesas que se llevaron a cabo por parte de diversas figuras especialistas en el tema.
El presente texto informa sobre la mesa “Deportaciones de mexicanos desde los Estados Unidos de América” la cual contó con la participación de la Dra. Marie-Laure Coubès, Investigadora de El Colef y Coordinadora de las Encuestas de Migración sobre las Fronteras Norte y Sur de México (EMIF Norte y EMIF Sur); el Dr. Rafael Alarcón Acosta, investigador de El Colef y el Padre Pat Murphy, Director de la Casa del Migrante. Entre los comentarios realizados por esta mesa, se encuentran:
La Dra. Marie-Laure Coubès, explicó las diferencias en los patrones y en los flujos de desplazamiento y el asentamiento de migrantes observados en el periodo del 2000 al 2016. Al respecto, mostró que se ha caracterizado por el incremento en la deportación de mexicanos que llevaban más de un año de residir en Estados Unidos, la disminución de la migración indocumentada, así como la reducción de los intentos de reingreso a los Estados Unidos de migrantes deportados.
Otro de los aspectos que mencionó fue el problema de la separación familiar, derivado del incremento de la devolución de personas sin sus familiares y del porcentaje de esta población con hijos menores de edad residentes en los Estados Unidos.
Por último, comparó la relación entre deportaciones con la exclusión social en las ciudades fronterizas, al ser espacios de espera de aquello que se ha denominado como migrantes “suspendidos en el movimiento”.
Por su parte, el Dr. Rafael Alarcón Acosta, señaló la importancia de visibilizar lo tardío de las acciones que se han tomado ante el fenómeno de las deportaciones.
Explicó que durante la administración Obama, las ciudades fronterizas recibieron a cientos de miles de inmigrantes removidos del interior de Estados Unidos, en su gran mayoría por faltas administrativas. También hizo énfasis en la clara amenaza de la intensificación de las deportaciones, particularmente en el cambio de perfil hacia el flujo de removidos, es decir, de aquellos que son los expulsados de forma obligatoria, con base en una orden de remoción que tiene consecuencias administrativas o penales, sobre reingresos subsecuentes a Estados Unidos.
Además analizó la respuesta del gobierno mexicano para atender a los deportados, particularmente a través del Programa de Repatriación Humana iniciado en 2008 en las ciudades fronterizas y en la ciudad de México, así como el programa “Somos Mexicanos” que ha funcionado desde 2014. Cuestionó el bajo presupuesto para el apoyo directo a repatriados a través de estos programas. Finalmente, consideró los altos costos económicos y sociales que podrían terminar siendo una carga para las familias y las ciudades fronterizas.
En su intervención, el Padre Pat Murphy, explicó la labor que ha tenido este lugar durante los 30 años de su existencia, y que cuenta con diversos programas de apoyo a migrantes. El P. Murphy sugirió que si bien en su mayoría, alrededor de un 90% son migrantes deportados, a partir del 2016, hay un cambio en el escenario. Particularmente, respecto a los solicitantes de asilo a EUA, quienes hasta el momento son alrededor de 2 mil 800 en la ciudad de Tijuana.
Señaló que “esta vez no hay excusas ni pretextos, ya sabemos la situación”. Por lo que urgió la necesidad de un plan de trabajo estratégico, que al mismo tiempo considere lo urgente, que busque un continuo proceso de integración social y laboral. Añadió que dicho plan debe incluir a los tres niveles de gobierno, los distintos puntos de deportación y no solo enviar a las personas de regreso a sus lugares de origen. Además, propone que podría replicarse el modelo de la Casa del Migrante de Tijuana en distintos lugares del país, ya que este modelo ha permitido que cientos de migrantes se reintegren, y consigan vivienda y trabajo en la ciudad.
Finalmente, precisó en la importancia de despertar nuevamente la comunidad hispana, aludiendo a como lo hiciera en 1994 ante la proposición 187 en California, y que el trabajo para dar respuesta a esta situación, no solo sea una labor de la sociedad civil, sino derivada de la articulación con las autoridades mexicanas.
El objetivo general del Foro consistió en analizar los retos y la problemática actual que enfrentan las personas migrantes que llegan a los Estados Unidos de América, especialmente los diversos escenarios de estancia y deportaciones, así como el papel que asumirá el Estado mexicano ante la nueva política migratoria de dicho país.