Tijuana, B. C., 8 de octubre de 2017 (GT).- Un lógico y primer componente en un plan municipal contra el cambio climático es bajar las emisiones contaminantes del aire a causa de los vehículos, por lo que se requiere que las flotillas de uso intensivo utilicen gas natural y que los tijuanenses muestren más responsabilidad con un “manejo amigable”.
Así lo consideró el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), quien agregó que una opción atractiva local y oportuna es el uso de combustible más limpio en las flotillas de uso intensivo, empezando por los parques vehiculares del transporte público, los del gobierno y los de las empresas.
“Los 800 vehículos en la CESPT, las mil 800 patrullas, los 100 camiones de recolección de basura, los 300 carros se servicios públicos en general que circulan 20 horas diarias, a diferencia de los carros de uso privado, que circulan solo 4 horas promedio, pero en las horas pico”, destacó Zavala Álvarez.
Afirmó que el primer componente en un plan municipal contra el cambio climático son las emisiones contaminantes del aire a causa de la movilidad; explicó que ello es todo un reto en materia de salud, ambiental y económica que impacta directo a los ciudadanos, pero que lo enfrentan con éxito distintos gobiernos municipales del país y del mundo.
“El segmento de carros de uso intensivo representa sólo el 20 por ciento del parque vehicular y contamina el 80 por ciento, mientras que los de uso privado contaminan menos, pero causan el 80 por ciento del tráfico en las horas pico”, dijo el egresado del Programa de Estudios Avanzados en Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Colegio de México.
José Carmelo Zavala explicó que otra vía es el llamado “manejo amigable”, con pequeñas acciones de alto impacto que promueven la responsabilidad individual, acciones que no dependen de nadie más, sino que están en la capacidad individual de cada ciudadano para decidirlo.
“Ceder en la fila, en el semáforo, en el alto, el frenado y acelerado suave con ´pie de pluma no de plomo´, como dice el dicho; no sonar el claxon, respetar al peatón y ceder el paso al carro vecino; la experiencia personal y la estadística nos sugieren que todo ello permite ahorrar entre 10 y 20 por ciento de combustible, evitar accidentes y hacer más agradable la movilidad urbana”, remarcó.
Agregó que muchas opciones pueden tener impacto o éxito parcial, pero el menú de medidas factibles es un ejercicio de gobernanza, puesto que, por ejemplo, tener horarios diferenciados de entrada y salida de los trabajos es una idea que suena atractiva, pero se enfrentaría con la necesidad de los padres de dejar a sus hijos en la escuela mientras trabajan, de modo que conciliar y empatar estas opciones es un ejercicio de gobernanza.
Explicó que el primer motor que empuja la necesidad de movilidad diaria es el uso de suelo, para lo cual el Plan de Desarrollo Urbano Municipal reglamenta la vocación definida para cada zona o terreno en la ciudad, pues conforme a este documento se organiza la ciudad por zonas de vivienda, comercial o industrial, recreativas, escuelas, servicios.
También mixto, añadió José Carmelo Zavala, porque a veces zonas pueden mezclarse o transformarse con el tiempo, como ocurre cuando la vivienda se convierte en comercio, así es la dinámica urbana, tan ágil que supera la actualización de la carta urbana, pero desde la planeación y definición de usos de suelo empieza gran parte de la sustentabilidad.
Reconoció que, obligados a moverse cada día varios kilómetros, para los tijuanenses el carro privado es una opción muy importante cuando la alternativa de transporte público no es atractiva por tiempo y costo, lo que genera contaminación y tráfico en horas pico, pero el uso del gas natural vehicular podría ayudar a romper ese círculo vicioso y evitar que la movilidad siga afectando a la salud de la población.
“Desarrollo urbano, uso de suelo, calles, carros, transporte público, ciclos viciados, ¿Cómo movernos a ciclos virtuosos?, ¿dónde está la punta del hilo para este sistema complejo? Se llama gobernanza la metodología, la debe liderar el gobierno municipal; si no puede o no sabe, la sociedad ya está organizada en muchos grupos, con ópticas y opciones para abordar el tema”, enfatizó.
Opinó que el cambio climático es un gigantesco paraguas donde todo cabe y puede servir para dar orientación y sentido, para ayudar en la articulación de policías públicas, pues tomando este concepto como eje central, estratégico y transversal, es posible convocar a actores diversos, que de buena fe reflexionen, sumen opciones y prioricen acciones.
Afirmó que analizar desde la perspectiva del cambio climático casos de éxito, testimonios, pruebas piloto, programas y acciones, dará nueva luz para orientar los pasos siguientes y, por ello, la próxima invitada al Seminario Baja Sustentable que organiza el CIGA será la consultora Teresa Saavedra Vázquez, el viernes 27 de octubre, de 8 a 14 horas en la Cámara Nacional de Comercio de Tijuana.
Comentó que Teresa Saavedra Vázquez, con Licenciatura en Sociología y Maestría en Ciencias Sociales, ambas por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, realiza actividades de gestión ambiental, evaluación de impacto social y ambiental, así como investigación y docencia, por lo que puso a disposición de los interesados en el seminario el correo bajasustentabletj@gmail.com para mayores informes.