Bruselas 22 de marzo del 2016 (El País).- El terror ha golpeado Bruselas este martes con una serie de explosiones que han afectado el aeropuerto y una estación de metro y han causado al menos una treintena de muertos.
El alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, ha informado en una rueda de prensa de que “unas 20 personas” han perdido la vida en el metro y fuentes del cuerpo de bomberos de la capital belga han indicado que otras 14 personas han fallecido en el aeropuerto. Más de 200 personas han resultado heridas.
El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría de los atentados, apunta Reuters citando a su vez una información de la agencia Amaq, vinculada al ISIS. “Los combatientes del Estado Islámico han llevado a cabo una serie de explosiones este martes con cinturones explosivos y dispositivos.
Los objetivos eran un aeropuerto, una céntrica estación de metro de la capital de Bélgica, un país que participa en la coalición internacional contra el Estado Islámico”, se indica en el comunicado. “Los combatientes abrieron fuego en el interior del aeropuerto de Zaventem antes de que varios de ellos detonasen sus cinturones explosivos.
Otro mártir detonó su cinturón explosivo en la estación de metro de Maelbeek. Los ataques han matado o herido a 230 personas”, continúa. La agencia France Presse ha difundido una imagen de este martes de los tres sospechosos del atentado en el aeropuerto de la capital belga.
“Temíamos un ataque terrorista y ha sucedido”, ha afirmado esta mañana el primer ministro belga, Charles Michel, en una comparecencia pública junto al fiscal general, Frédéric Van Leeuw. “Hubo dos explosiones en la zona de salidas [del aeropuerto], una de ellas probablemente causada por un ataque suicida”, ha indicado el fiscal.
Una doble explosión en el área de salidas del aeropuerto de Bruselas-Zaventem poco antes de las ocho de la mañana causó víctimas mortales y provocó el cierre de las instalaciones y la cancelación de todos los vuelos. Apenas hora y media más tarde, se registró una nueva explosión en el metro de Bruselas, en la estación de Maelbeek, muy cerca de todas las instituciones europeas. La estación ha sido clausurada.
El primer ministro no ha precisado aún el número exacto de víctimas. Michel ha asegurado que la policía “está tratando de estabilizar la situación”, además de desplegar a las fuerzas de seguridad, entre ellas el Ejército, en lugares donde “aún existe preocupación” de que pueda haber problemas. Esta mañana ha habido varios registros en la capital belga. Michel ha hablado de tragedia y ha instado a los ciudadanos a permanecer “unidos y solidarios”.
Van Leeuw ha confirmado que uno de los ataques del aeropuerto ha sido perpetrado “por un kamikaze” y ha hablado de “heridos graves”, sin más concreción. Testigos citados por medios belgas apuntan que antes de las detonaciones se oyeron gritos en árabe.
La policía federal, encargada del caso, se centra ahora en averiguar quiénes son los autores y si alguno de ellos se ha podido dar a la fuga, ha asegurado Van Leeuw. También ha explicado que la policía ha tenido que realizar un trabajo enorme en esa explanada de salidas porque, tras la deflagración, todos los viajeros han huido y dejado abandonados los equipajes. Y la prioridad era, en ese momento, asegurar que ninguna de esas maletas pudiera contener explosivos.
“Ponemos todo de nuestra parte para normalizar la situación”, ha asegurado el fiscal.
La policía ha encontrado un rifle Kaláshnikov en la zona y un cinturón de explosivos sin detonar. Una brigada lo ha hecho estallar de forma controlada.
El gobernador de la provincia de Brabant, Lodewijk De Witte, ha informado además de que las autoridades belgas encontraron una tercera bomba que no llegó a explotar. “Tres bombas se introdujeron en el edificio, de las que una no llegó a explotar”, ha dicho durante una rueda de prensa en el mismo aeropuerto.
Tras los atentados, el Gobierno de Bruselas cerró todas las líneas de transporte público. El centro de crisis en Bélgica informa de que las líneas dos y seis del metro ya vuelven a estar en funcionamiento, pero las demás continúan inactivas.
Después de las explosiones, dos estudiantes de enfermería que partían de viaje de estudios a Lisboa recorrían a pie el camino que separa el aeropuerto de la carretera, donde esperaban ser recogidas, informa Álvaro Sánchez.
“Hemos oído dos fuertes explosiones y salía polvo y humo. Una compañera nuestra se ha ido en ambulancia herida en una pierna”, han afirmado aún asustadas. En un momento se han detenido y el horror ha aparecido en la cara de una de ellas mientras miraba la pantalla de su móvil: “¡En el metro también!”, ha dicho en referencia a los ataques en el suburbano bruselense.
“Estaba en la fila para registrarme y he escuchado una explosión. He visto humo y he visto a personas correr hacia la salida. Ha habido una segunda explosión mucho más cerca de mí después”, ha explicado un testigo de los hechos a RTL. “Se ha ido todo el mundo del aeropuerto con pánico, la mayor parte de las personas han dejado sus maletas allí.
Los coches han sido evacuados”, ha asegurado. El servicio de trenes al aeropuerto ha sido suspendido.
Las explosiones en Bruselas se producen cuatro días después de la detención del yihadista Salah Abdeslam, huido tras los atentados del 13 de noviembre en París, que provocaron 130 muertos.
Varios países han reforzado al máximo las medidas de seguridad en los aeropuertos y han cancelado vuelos. Tras las explosiones, la frontera por carretera y tren entre Bélgica y Francia ha sido cerrada.
Y la red europea de trenes de alta velocidad Thalys —con conexiones entre París y Bruselas, Colonia y Ámsterdam— ha anunciado que ha interrumpido por completo sus trayectos.
La compañía Eurostar ha informado de que reanuda su servicio “limitado” de trenes entre Londres y Bruselas, pasando por Lille, a aquellos pasajeros que deban viajar y tengan billete. Había sido suspendido tras los atentados.
Las instituciones de la UE están en nivel naranja de alerta, las reuniones han sido suspendidas y solo se permite el acceso a los funcionarios identificados.
La alerta antiterrorista en Bélgica se encontraba en el nivel 3, pero después del atentado de este martes el Gobierno la ha elevado al 4, el máximo, que ya estuvo activado entre el 21 y el 25 de noviembre de 2015. Entonces, el primer ministro belga, Charles Michel, advirtió de la posibilidad de que se produjera un atentado similar al de París.
El nivel actual indica la existencia de “una amenaza posible y creíble”.