Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 21 de junio de 2015 (GT).- Seguramente han escuchado el chiste ese, en el que, a determinado personaje, un rival le puso una tunda, hasta dejarlo tirado en el suelo, y luego de permanecer cierto tiempo inconsciente, despierta todo aturdido o atolondrado, y pregunta a quienes lo observan : ¿Quién anotó el número de las placas del tráiler que me arrolló?
Pues eso fue lo que ocurrió con los candidatos a diputados federales, que fueron “arrollados” en los comicios del pasado 7 de junio.
Algunos, como la experimentada priísta, Rossana Soto Agüero, por citar un nombre, aún no entienden, ni aceptan, el hecho de que hayan sido derrotados por personajes novatos en la política, como es el caso de la pugilista Jacki Nava.
Bueno, hasta los dirigentes partidistas están desconcertados. En la trifulca electoral, se les rompió la brújula.
Tratando de encontrar o identificar las causas de todo esto, organizada por el Colegio de la Frontera Norte, esta semana se llevó a cabo una reunión de análisis, denominada : “Desencanto y democracia : ciudadanía, partidos y reformas”.
En este evento, participaron representantes del PRI, PRD y Encuentro Social, así como un grupo de investigadores. Solamente los citados tres partidos políticos respondieron a la convocatoria del Colef. Los demás, como que luego de los comicios, “pasaron a mejor vida”.
Ahí estuvo presente, quien menos se imaginaban. Nancy Sánchez, dirigente estatal del PRI, cuyos candidatos a diputados federales, “quedaron tirados en la lona”. Como que un camión de carga pasó sobre ellos, al sorprenderlos a mitad de la calle.
La dirigente priísta, entre otras cosas, dijo que : “tenemos el enorme reto de renovarnos, de recuperar la confianza con la sociedad. Viene una maquinaria arrollando y es una maquinaria ciudadana. Es el grito enorme que se reflejó en una ausencia y en un voto nulo histórico”.
La renovación de los partidos políticos y en especial, la forma de hacer política, no ha pasado de ser un simple pregón, luego de los comicios más recientes. Pero no pasa de ahí. No dan muestras de pretender cambiar. Doña Nancy es claro ejemplo de ello.
Fue ella, quien se aferró a postular y mantener como candidato a diputado federal al exalcalde mexicalense, Francisco Pérez Tejada, pese a las múltiples acusaciones presentadas en su contra. Y si no se ha procedido, en ninguna de ellas, no ha sido porque no existan elementos, sino porque resulta evidente que, priístas y panistas, negociaron este asunto. A cambio de la libertad de Panchito, los diputados priístas, y sus aliados, han avalado, sumisamente, toda pretensión y propuesta del gobernador panista, Kiko Vega.
Doña Nancy, dice que –no precisa si los partidos o los políticos en general, tienen “el enorme reto de renovarnos, de recuperar la confianza con la sociedad”. Evidentemente, nadie la ha dicho, que hace mucho que los ciudadanos, no creen, ni confían, en los políticos. Puede decirse, que no se puede recuperar, lo que hace mucho dejó de tenerse.
Y no se puede, lograr la confianza de los electores, si los políticos no les hablan con la verdad. Si los políticos, no defienden los intereses de la ciudadanía en general. Si los políticos, son frívolos, ineptos y corruptos. ¿Cómo confiar en ese tipo de individuos?
En lo único que tiene razón, Doña Nancy, es en cuanto a que viene una maquinaria arrollando a los malos políticos. Una maquinaria ciudadana, que apenas parece despertar. Si realmente despertara y accionara, seguramente las cosas serían diferentes.
En especial, lo que preocupa a los dirigentes partidistas, es que el fenómeno ciudadano que llevó a la gubernatura de Nuevo León, a un candidato independiente, se replique en otras entidades, hasta el grado de que los partidos políticos dejen de ser la única vía para ascender al poder.
También dijo, que los resultados electorales, fueron como un grito enorme, que se reflejó en una ausencia y en un voto nulo histórico. La calificó, como una sacudida a la conciencia. “Es realmente el poder ciudadano el que nos esta gritando”, dijo.
Y conste, en estos comicios, no ganaron los candidatos panistas, como presumen, bajo el supuesto de que fueron mejores que los demás. Los factores y recursos, fueron múltiples. Muchos de ellos, ilícitos.
Cuentan, que en ese mismo evento, el dirigente del PRD, Américo Roa, advirtió que “la gente no quiere saber nada de política”, y que por eso no participa. Incluso, dijo que esa maquinaria arrolladora, que viene de ciudadanos, “yo la veo peligrosa, desde un punto de vista, que no esté bien organizada”. La describió, como la generación espontánea, de la exaltación del hartazgo y dijo que es peligrosa.
Peligrosa, en cuanto a que habrá ciudadanos que puedan organizarse, pero la mayoría no tiene un nivel de organización adecuado. “Ni en los partidos políticos tenemos la capacidad de hacerlo, es preocupante”, dijo.
Más adelante señaló que esta, no es una situación privativa del PRD. “Todos los partidos tienen crisis, sobre todo credibilidad” y advirtió que “Ya como partidos, no representan casi nada”.
Evidentemente, los políticos traen la brújula rota. Ya no saben, ni a donde van.