Tijuana B.C. 26 de abril de 2017 (GT).- Debido al alto nivel de delincuencia la ciudad continúa ubicándose entre las más violentas del país, y la ciudadanía atraviesa por momentos de incertidumbre al ver vulnerado su derecho a la seguridad, expresó el especialista en derecho penal Álvaro González.
Mencionó que la situación de violencia ha sido atribuida por muchos al Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP) que estiró la liga del respeto a los derechos humanos y que dejó fuera del catálogo de delitos graves la portación de armas de uso exclusivo del ejército, entre otros.
“También es una realidad que el nuevo sistema le dio herramientas a las policías que no están sabiendo utilizar por la falta de preparación y pericia jurídica; por ejemplo en el artículo 266 se menciona que en los actos de molestia se faculta como parte de las labores de prevención del delito, la revisión de personas inclusive de manera forzosa en caso de no cooperar.
Pero ante la ignorancia de ésta y de nuevas herramientas jurídicas todas las corporaciones siguen mintiendo en el relato de sus hechos y obviamente dentro del llenado del informe policial homologado”, manifestó.
Hoy más que nunca, añadió, las autoridades deben de reconocer que en materia de seguridad están pasando por su peor momento debido a varios factores, como la falta de credibilidad de la sociedad y ese divorcio está costando caro porque si hubiera acercamiento entre ambas partes se prevendrían los delitos gracias a la cultura de la denuncia.
Refirió que otro factor que interviene en que la seguridad atraviese por su peor momento es la falta de compañerismo y liderazgo dentro de las filas de la policía, situación que se ve reflejada en una total descoordinación por parte de los 3 niveles de gobierno.
“Muchas son las mesas de trabajo o mesas de coordinación entre los titulares, pero ellos no son los que salen a las calles y se enfrentan a la delincuencia, los que tienen que llenar los informes y sostener sus dichos ante las autoridades competentes. Es ahí el punto medular, la falta de entendimiento interinstitucional de los operadores que son los policías que con escasas herramientas están ahí arriesgando la vida.
Es momento que nosotros como sociedad estemos atentos de lo que pasa en nuestras comunidades, que seamos responsables de lo que pasa en nuestro metro cuadrado, es solo así que la seguridad podrá regresar a nuestras calles cuando el delincuente común observe una sociedad organizada en contra de cualquier acto de corrupción y de actos negativos resultado de la delincuencia”, señaló.
Opinó que no puede seguir la retórica de que la delincuencia y los homicidios son producto de la guerra entre bandas delincuenciales y que los delitos que se suscitan son de interés federal, ya que la prevención del delito es obligación tanto del orden común como federal y es obligación de las autoridades velar por el derecho a la seguridad pública.