Tijuana BC 22 de noviembre de 2016 (GT).-Esta enfermedad llega afectar del 30 al 50% de la población mexicana, sus causas son diversas y las consecuencias van desde estéticas hasta dolorosas e incapacitantes si no se atienden a tiempo.
Las várices son insuficiencias venosas también conocidas como alteraciones de los vasos sanguíneos de las piernas, generalmente se presentan en una edad de los 30 a los 60 años aunque hay casos más jóvenes debido a los problemas cardiovasculares, explicó el Dr. Rodrigo Madrigal Kasem del centro especializado Dermatológica Láser & Cosmetic.
Algunos de los factores de riesgo que las provocan son los embarazos, sobrepeso, sedentarismo, pasar tiempo prolongado de pie y el uso de conceptivos; como consecuencia la persona llega a sentir molestias, dolor, comezón y pesadez en las piernas.
De no tratarlas con el paso del tiempo se pueden desarrollar úlceras que incapacitarán al paciente y lo limitarán en la realización de actividades, generando con ello, situaciones que disminuirán su calidad de vida.
Madrigal Kasem indicó que la escleroterapia actualmente es el procedimiento más utilizado para curar las várices, su éxito llega a ser de entre un 80 al 90%, el método consiste en introducir una pequeña cantidad de medicamento directamente en la luz del vaso sanguíneo.
Los dermatólogos y angiólogos son los especialistas para realizar este tipo de procedimientos, sin embargo, cuando se presenta un nivel severo de várices cuya incidencia es del 3 al 5% de los pacientes, son estos últimos quienes pueden corregir el problema recurriendo a la cirugía o láser endovenoso.
En ese sentido, el dermatólogo recomendó tratarse las várices antes de que se vuelva un problema crónico, ya que se puede hacer uso de métodos sencillos no invasivos sin llegar por ejemplo a la cirugía safenectomía que es retirar la vena safena de la pierna.
Las várices a simple vista pueden parecer ramificaciones o las llamadas venitas de araña, cuando son más graves se aprecian levantamientos de la piel evidentes, es un padecimiento común en la población y su cuidado debe ser por un angiólogo o dermatólogo que esté certificado por el Consejo Mexicano de Dermatología (CMD), apuntó el especialista.