Tijuana BC 11 de noviembre de 2016 (GT).- Aunque el Subdirector del Consejo de Desarrollo Económico del Sur del Condado (SCEDC por sus siglas en inglés) de San Diego evitó hablar sobre las repercusiones de la presidencia de Donald Trump en los proyectos fronterizos, como el de Otay 2, destacó que sin una colaboración binacional fuerte como la que existe en la actualidad, los proyectos que competen a ambos lados de la frontera no se llevarían a cabo.
Invitado al desayuno del Colegio de Contadores Públicos de Baja California (CCPBC), que preside la C.P.C. Araceli Guzmán Ibarra, el Subdirector de SCEDC, Lic. Efraín Ibarra habló sobre el Plan de Inversión a Cinco años en la Zona Sur del Condado de San Diego, donde subrayó que en temas de desarrollo económico se trabaja en equipo con sus homólogos en Baja California para poder concluir las obras binacionales.
“Como organismo binacional es muy importante que la mayoría del tiempo siempre estemos volteando para este lado de la frontera, es sumamente importante porque somos la región más cercana naturalmente por la geografía, y nosotros celebramos que en nuestra mesa directiva también existan homólogos de este lado de la frontera y que van a las reuniones allá, como también de allá para acá”, expresó.
Asimismo, dio a conocer que hay una lista muy larga de proyectos binacionales a realizarse, entre los que destaca el cruce fronterizo de todo el proyecto de San Ysidro, el cual esperan esté funcionando para el verano del 2018 y el total de las fases concluidas para el 2019.
Al precisar que este proyecto contempla varias fases y cada una de ellas contempla diferentes tipos de construcciones específicas, Efraín Ibarra recordó que la ruta estatal 11, uno de los segmentos, ya fue inaugurado, para poder unificar la autopista 905 con el proyecto Otay 2, por lo que aún faltan 2 segmentos por inaugurarse.
“El poder empujar por ejemplo lo que viene siendo el cruce fronterizo de San Ysidro o de Otay mesa, es fundamental para que un trabajador o un empleado de Ensenada que va a trabajar a Otay Mesa no se tenga que levantar a las 2 o 3 de la mañana; entonces siempre existe esa necesidad de estar volteando siempre de este lado, y de que nuestros homólogos siempre estén en la mesa”, manifestó.
Para concluir, puntualizó que lo diferente y bonito de los proyectos en Estados Unidos es que cuando se gestionan y aprueban los fondos para algún proyecto bajo una administración, es difícil que se detengan, a menos que haya un cambio sin precedentes grandes que determinen el parar una construcción, sin embargo el cruce de San Ysidro ya está aprobado, en marcha y tienen fechas de conclusión.