Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 8 de mayo de 2015 (GT).- A 30 días de los comicios del 7 de junio próximo, en que a nivel nacional se elegirá a los diputados federales, que integrarán la siguiente legislatura federal, y en algunas entidades incluso gobernadores, diputados locales y alcaldes, son muchos y diversos los intereses que están en juego.
Y conste, aunque algunos dirigentes partidistas lo proclamen, no es precisamente el bienestar de los mexicanos, el interés principal, ni mucho menos general, en esta contienda.
Se supone, que uno de los intereses principales de los dirigentes de los partidos políticos en general, es el de incrementar su fuerza política en el Congreso Federal, porque a mayor número de curules, mayores prerrogativas o sea mayor cantidad de dinero, tanto para operar, como para participar en campañas electorales.
A mayor número de legisladores de cada partido, mayor número de votos, para participar en las negociaciones, de las que resultan enormes beneficios para todos ellos, menos para la ciudadanía en general.
La actual LXII Legislatura Federal, con 500 diputados, la integran 212 del PRI, 114 del PAN, 104 del PRD, 29 del PVEM, 16 de Movimiento Ciudadano, 15 del Partido del Trabajo y 10 de Nueva Alianza.
Otro interés en juego, es la conservación o pérdida del registro de los llamados partidos pequeños. Actualmente existen 10 partidos nacionales con registro. PRI, PAN, PRD, PVEM, MC, PT, NA, Morena, Encuentro Social y Humanista.
Varias organizaciones iniciaron a fines del 2012, el procedimiento para lograr el registro como partidos políticos. Mediante acuerdo del Instituto Nacional Electoral, de 9 de julio de 2014, lograron su registro Morena, Partido Encuentro Social y Partido Humanista. Para que conserven su registro, en esta contienda deben obtener el 3% de los votos, y tener más de 200 mil 608 afiliados. A estos, les mueve el conservar el registro, más que las mejores condiciones de vida de los mexicanos.
Cabe observar, que no pudieron concluir el proceso para la obtención del registro y por lo tanto se quedaron en la raya, Concertación Mexicana, Partido Socialdemócrata, Partido Revolución Nueva Imagen, antes PARM, y el sinarquista Partido Demócrata Mexicano.
Otro interés en juego, que ha generado serias preocupaciones en el gobierno federal mexicano, encabezado por el priísta Enrique Peña Nieto, es que los partidos rivales al PRI, juntos logren convertirse en una fuerza política superior, e intenten revertir las reformas estructurales. Que se dice fácil, pero en realidad es algo sumamente complejo.
En particular, los llamados partidos de izquierda, no pueden sentarse juntos en una sola meza. Es más, cada uno de ellos no son homogéneos, pues están integrados por pequeñas tribus, que se disputan las dirigencias partidistas, para poder participar en todo tipo de negociaciones.
En cuanto a las prerrogativas o dineroque reciben los partidos políticos para operar y subsistir, el pastel a repartir es enorme. Todo el presupuesto para estas elecciones intermedias, será de 18 mil 572 millones de pesos. Ese es el costo de la democracia.
De eso, a los partidos políticos se les entregarán 5 mil 355 millones de pesos. Al PRI 1 mil 375 millones, al PAN 1 mil 157 millones, al PRD 886 millones, al Partido del Trabajo 389 millones, al Partido Verde 444 millones, a Movimiento Ciudadano 368 millones, al Panal 371 millones y a Morena, Humanista y Encuentro Social, 120 millones cada uno. Por si alguien pensaba que los políticos hacían política, “por amor al arte”.
Lo interesante es observar, que no obstante las millonarias cantidades de dinero que reciben, sus candidatos, al menos en Tijuana, prácticamente se andan muriendo de hambre. Al verlos, habrá quienes digan que son unos enajenados, que andan por las calles, hablando solos.
Otro interés en juego, es el de conservar o lograr el poder público. Los que están en la administración pública, quisieran conservar sus posiciones, para seguir regenteando gobiernos, cual si fuesen franquicias comerciales. Los que están fuera y que tanto critican a los malos y corruptos gobernantes, quisieran estar en el lugar de ellos.
Los más preocupados, son los priístas, pues perdieron el gobierno federal, después de 71 años en forma ininterrumpida. Luego de dos sexenios panistas, lo recuperan y ahora parece que caminan sobre la cuerda floja y están en peligro de caer. Pero se aferran, para continuar encaramados en el delgado hilo.
Tal vez por eso, las rígidas reglas electorales. No es cierto que haya quienes estén preocupados por el alto nivel de abstencionismo que se teme se registrará en estos comicios. Las condiciones actuales, indican todo lo contrario. Para el partido gobernante, entre mayor abstencionismo, mejor.
Las tres principales fuerzas políticas del país, PRI, PAN y PRD, le apuestan al abstencionismo, para seguir conservando sus posiciones privilegiadas. El amasiato que viven, conocido como partidocracia, ha permitido a sus dirigentes acumular enormes fortunas y quieren seguir disfrutando las mieles del poder. Aunque el país se les deshaga en las manos.
Así es que, vale la pena el análisis. Que no les digan, que no les cuenten. Las dirigencias partidistas no están preocupadas por lograr el bienestar de los mexicanos, sino el de ellos. Para no perder sus privilegios.
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